La joya de la vejez

Las promesas que me esperan en la última etapa de la vida ya me atraen. Pero nuestra sociedad no da a los ancianos el lugar de poder que se merecen. Anclados todavía en el estereotipo reproductivo de la mujer y productivo del hombre, llegada la menopausia y la jubilación, las personas se encuentran desplazadas y desposeídas de su valía.

Pero lo cierto es que ellos/as tienen algo de un enorme valor: su sabiduría vital. Esto no quiere decir acumulación de conocimientos, ni de cultura, ni de títulos. Además, los cambios importantes y sutiles que se dan en la psique a esta edad hacen ver y vivenciar el mundo de diferente manera. Hay un sesgo por el que se recuerdan muchos más eventos positivos en detrimento de los tristes y dolorosos, y se pone el énfasis en la cara positiva y bella de la vida.

La rabia de años atrás ha cedido su espacio al sosiego y la paz interior, a una experiencia de vida sublime.

Como sabe la gran parte de las culturas ancestrales, donde las personas mayores forman “el consejo de sabios”, cada anciano/a atesora la joya de su sabiduría y toda la comunidad debería apreciar su valor.

Mari Carmen Cristóbal

Psicóloga