Uno de los factores que han propiciado el auge imparable de las cremas CBD y, en general de todos los productos que incluyen este componente, es la popularización de las tendencias de autocuidado y bienestar. La proliferación de estudios científicos que contrastan sus propiedades terapéuticas y sus beneficios a la hora de equilibrar los ritmos de sueño, paliar el dolor o modular afecciones psicoemocionales como el estrés, entre otras cosas, se ha posicionado como una pieza clave en el crecimiento de su demanda. Así lo revela Kelly Nielsen, vicepresidenta de conocimientos BDSA.
Nielsen declara estar colaborando con algunas de las compañías más importantes a nivel global en el ámbito de la salud, la belleza, los alimentos o el alcohol y que “todas ellas están meditando cómo pueden introducir el CBD en sus productos”.
El CBD se convierte en un atractivo objeto de inversión para las grandes marcas
Este tipo de alianzas se conciben como algo natural y prometedor, de hecho ya podemos encontrar más de un mayorista CBD España, pero lo cierto es que hasta no hace mucho, la idea de comercializar productos elaborados a base de un componente cannábico era algo inimaginable desde el prisma legal e inaceptable a nivel social. Hoy el CBD es completamente legal en Estados Unidos y además, las marcas más prestigiosas del mercado se sienten interesadas por este componente.
El hecho de que el CBD, el componente natural extraído de la flor resinosa del cannabis, no genere efectos psicotrópicos (como sí lo hace el THC) supone un claro punto de inflexión. Podemos comprobarlo con la entrada en vigor de la Ley Agrícola de 2018. Hoy el CBD ha pasado a ser un ingrediente legal dentro de Estados Unidos siempre que cumpla el requisito de que se trate de un derivado del cáñamo.
La regulación del consumo y distribución de CBD sigue condicionada por un contexto de incertidumbre
La US Food and Drug Administration, el organismo responsable de su regulación en Estados Unidos, aún no ha especificado cuál será el marco legal de su utilización en productos de alimentación.
Igualmente, la situación de incertidumbre en lo que respecta a su marco de consumo, está presente fuera de Estados Unidos. En la actualidad, el cannabidiol no es un ingrediente consumible en toda Europa, existen diferentes regulaciones dietéticas del cannabidiol en cada país y pueden consultarse en el siguiente enlace.
Sin embargo, esto no supone una restricción como tal para muchas empresas de alto reconocimiento que ya han apostado fuerte por el Cannabidiol y han invertido grandes recursos para que pase a formar parte de la composición de sus bebidas o alimentos.
Nielsen repara en que el principal obstáculo, más allá de una regulación, por el momento, poco clara, es identificar si los productos con CBD estarán a la altura de las expectativas de los consumidores porque, al fin y al cabo, se trata de un sector de mercado precoz.
Proliferan los acuerdos y planes de inversión alrededor del CBD
El CBD ya se ha instalado dentro del segmento de la dietética y las previsiones que se recogen en el informe de FNF Research auguran unos beneficios brutos que sobrepasarán los 300.000 millones de dólares en 2026.
Si hacemos una revisión de los acuerdos y pactos formalizados recientemente encontramos grandes indicios de que, finalmente, el CBD pasará a ser un elemento plenamente naturalizado en el gran consumo. Algunos de ellos son:
- Royal DSM, uno de los productores de ingredientes más importantes del panorama internacional, ha formalizado un acuerdo de financiación presupuestado en 32 millones de dólares con Brains Bioceutical, una empresa especializada en la producción de CBD para el contexto farmacéutico.
- British American Tobacco ha hecho una inversión de 25 millones de dólares en Trait Biosciences y, específicamente, en un proyecto de base tecnológica cuyo objetivo principal es introducir el CBD en bebidas y otros productos.
- Molson Coors lanzó recientemente una línea de bebidas de CBD en Estados Unidos en colaboración con una empresa de cannabis con sede en Canadá.
- Nestlé ya ha lanzado al mercado productos que incluyen CBD tanto en el continente europeo como en Estados Unidos.
El CBD se abre paso en el circuito comercial global, aunque con ciertas restricciones
Existen suficientes indicios para afirmar que el CBD es ya un ingrediente de alto alcance. Sin embargo, debemos ser previsores pues la situación global desde el punto de vista legal aún es bastante imprecisa. Lo más probable es que la presencia del cannabidiol sea algo generalizado pero sujeta a ciertas particularidades en lo que respecta a sus términos de producción, distribución y formas de uso.
