Psicología

El sentido de la vida

Viktor Frankl fue un neurólogo y psiquiatra austriaco judío que sobrevivió al exterminio nazi. Trabajó forzosamente en dos de los más grandes campos de concentración, donde atendía a pacientes en pésimas condiciones. A menudo él les preguntaba: “sabes que es muy probable que acabes en la cámara de gas, sabes que la alambrada está electrificada y sólo con saltar a ella podrías evitar el sufrimiento por el que estás pasando, ¿por qué no te suicidas?”. Las respuestas de sus pacientes le hicieron entender que en el ser humano existe una voluntad de vivir, que transciende cualquier condición vital, por amenazante que ésta sea; es decir la voluntad de sentido. El desarrollo de este pensamiento y su fundamentación empírica quedó plasmada en su famoso libro “El hombre en busca de sentido” (1946), dando origen a la logoterapia, que es el tipo de psicoterapia centrada en ayudar al paciente a encontrar el sentido a su vida.

Si nos apartamos un momento de nuestra rutina diaria, y reflexionamos sobre nuestra vida, no podremos evitar caer en el misterio que supone el hecho de haber venido a esta vida, existir unos 90 años, y desaparecer para siempre. ¿Qué sentido tiene esto?. La verdad es que esta pregunta siempre ha permanecido sin responder. Pero sí podemos responder a la pregunta ¿qué quiero hacer con esta vida que se me ha dado?, ¿qué es aquello que me va a hacer sentir realizado?.

No debe importarnos la edad que tengamos, el momento por el que estemos pasando, o los errores que ya hayamos cometido. La única forma de sentirnos en paz con nuestra vida y con nosotros mismos, es vivir coherentemente con la respuesta que demos a esas dos preguntas. Cuanto antes la encontremos, antes disfrutaremos plenamente de nuestra existencia.