Desde el pasado mes de noviembre, gracias a la participación en el Fondo Social Europeo de políticas activas de empleo, se incorporó a la plantilla de los Servicios Sociales Municipales una Trabajadora Social, con el objetivo de atender de manera individualizada y personalizada a personas con dificultades emocionales y/o problemas de salud mental y a sus familiares.
La pandemia de Covid 19, ha venido a agudizar situaciones de vulnerabilidad social a causa del aislamiento al que nos estamos viendo sometidos. Ya antes de la pandemia, desde el área de Servicios Sociales se venía detectando la necesidad de realizar un acompañamiento más intensivo a las personas que sufren problemas emocionales por el bajo nivel de socialización, o bien problemas de salud mental, como depresión u otros trastornos limitantes.
El servicio consiste en la atención personalizada e individualizada de estas personas, con el primer objetivo de que puedan contar con un nuevo profesional de referencia, alguien con quien poder desahogarse emocionalmente y en quien apoyarse.
Una vez establecido el vínculo, y siempre de forma consensuada con la persona, se desarrolla un Proyecto de Intervención.
El programa está teniendo una gran acogida entre la población objetivo, teniendo en este momento 15 usuarios a los que se atiende con periodicidad semanal. Está resultando clave la coordinación con la Unidad de Salud Mental que atiende a La Rioja Baja así como la derivación a otros recursos especializados.
