La amenaza que supone el cambio climático se vuelve más peligrosa, año tras año, como consecuencia de la incesante actividad humana en el planeta. Necesitamos descubrir sistemas económicos sostenibles que nos permitan realizar un uso responsable de los recursos, encontrando un equilibrio entre la producción y el consumo. La economía circular establece un modelo de producción y consumo más sostenible, en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos y pueden aprovecharse de forma recurrente, procurando con ello generar muchos menos residuos. La aplicación de la economía circular en el sector de la construcción es urgente y necesaria, pues es uno de los sectores que más recursos consume y más residuos genera. A nivel europeo y estatal se están empezando a llevar a cabo los primeros pasos en normativa y legislación aplicables al sector para conseguir los objetivos del Pacto Verde Europeo (Green Deal). Este nuevo modelo de concepción de la construcción presenta numerosas ventajas: desde el punto de vista medioambiental, reduce las emisiones, minimiza el consumo de recursos naturales y disminuye la generación de residuos; beneficia la economía local al fomentar modelos de producción basados en la reutilización de residuos cercanos como materia prima; estimula el desarrollo de un nuevo modelo industrial con mayor crecimiento económico y más generación de empleo; y favorece la independencia de los recursos naturales.
Pavimentos de Tudela (PVT) es una empresa navarra ubicada en la Ribera, con más de 35 años en el sector de la construcción y que se dedica a la fabricación de pavimentos de hormigón antideslizantes para exteriores. Dispone de dos centros productivos en Tudela y Cabanillas, y una clara filosofía por la diferenciación, básicamente en el ámbito de los productos de construcción sostenibles. Hablar de economía circular en PVT es hablar de la economía del sentido común, donde se aprovechan al máximo los recursos, se reduce el consumo de materias primas, se gestiona al máximo la utilización de agua y se hace un consumo eficiente de energía. En PVT concebimos la circularidad desde dos prismas totalmente distintos. Por un lado, desde el punto de vista de acciones que la propia empresa realiza, y por otro, por los productos que PVT fabrica.
Aunque con otro nombre, PVT comenzó su andadura en la aplicación de este nuevo tipo de economía allá por el año 2009, con la instalación de un molino de trituración mecánica para valorizar nuestros propios residuos, de tal forma que de nuestra empresa solo salen camiones con producto terminado. Hoy en día también aprovechamos residuos de otras industrias debidamente valorizados. Realizamos también un tipo de producción de pavimentos en dos capas, una capa base más gruesa que se nutre básicamente de materias primas locales y que le aporta las propiedades mecánicas al producto final, y una capa superficial mucho más fina, fabricada con el mínimo de productos naturales, que le aporta las posibles funcionalidades y sobre todo, la estética. Por otro lado, recuperamos el agua del proceso productivo y la reutilizamos, minimizando su consumo. Con la instalación hace unos años de paneles solares en la cubierta de las naves, hemos reducido considerablemente el consumo de energía, a la vez que hemos completado el proyecto con la sustitución de todas las luminarias por iluminación led, instalación de detectores de movimiento y otras pequeñas acciones. Otro valor añadido en este sentido es la utilización de carretillas eléctricas, reutilización de envases, contratación de personal de la zona, adquisición de bienes y servicios a proveedores de la zona, etc.
Pero sin lugar a dudas, el principal aspecto que nos diferencia es la fabricación de pavimentos prefabricados de hormigón semiseco por vibrocompactación, especialmente diseñados para colocación en base flexible, es decir sin mortero. En este tipo de pavimentación que está lo suficientemente contrastada, se colocan las piezas sobre un lecho de gravillín o arena de dureza alta, sobre un terreno natural o zahorra previamente bien compactado. Es importante establecer un buen confinamiento lateral en todo su perímetro, para evitar el desplazamiento de las piezas, así como, realizar un buen rellenado de juntas para conseguir que todas las piezas trabajen de forma solidaria. Es un tipo de ejecución muy rápida y con una puesta en funcionamiento inmediata. Este sistema constructivo tiene un carácter reversible, permitiendo la reutilización del pavimento, así como su fácil manipulación para permitir el acceso a infraestructuras subterráneas en trabajos de mantenimiento. Además, elimina el riesgo de aparición de eflorescencias que por capilaridad puedan aparecer en una pavimentación tradicional, e incluso, la fractura de determinados pavimentos motivada por las tensiones inferiores de una subbase de hormigón mal ejecutada. Es conocida por todos desde los tiempos de Roma, la utilización de esta técnica de colocación de pavimentos, ya que sus calzadas han llegado hasta nuestros días. Se trata de un sistema de pavimentación totalmente sostenible; económico ya que no es necesaria la utilización de hormigones, ni morteros; práctico porque puede montarse y desmontarse tantas veces como se necesite; estético, pudiendo elegir entre una gama muy extensa de acabos y colores; duradero, ya que una buena colocación garantiza una buena pavimentación por muchos años; y funcional, pudiendo ser drenante además de descontaminante.
Como se ha comentado anteriormente, el otro gran prisma con el que concebimos la economía circular en PVT, tiene que ver con los productos que fabricamos. Todos nuestros productos tienen funcionalidades diferenciadoras con respecto a los pavimentos estándares. Aunque en un principio una baldosa de hormigón puede parecer un elemento totalmente inerte, en PVT somos capaces de dotarlas de utilidad. Nuestros productos estrella por sus potenciales cualidades drenantes y descontaminantes, son ideales tanto para la gestión del agua, ya que el cambio climático está provocando un incremento de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales que provocan inundaciones, o épocas demasiado largas sin apenas precipitaciones, como para ser utilizadas en áreas donde los niveles de contaminación ambiental deban ser controlados.
ecoGranic es un pavimento de hormigón patentado por PVT que combate la contaminación mediante un proceso similar a la fotosíntesis de las plantas, que con la sola acción de la luz del sol elimina de una forma muy eficaz contaminantes como óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y material particulado.
ecoDraining es un pavimento modular de hormigón con alta capacidad drenante de más de 100 l/m2/min, que incorpora la tecnología descontaminante ecoGranic, y se convierte en la solución ideal para los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS). Estos sistemas persiguen el cierre del ciclo natural del agua y mitigan el efecto isla de calor urbano que provoca la continua impermeabilización del suelo de las ciudades.
DPS (Dry Paving System) es un paso más que PVT ha dado con el propósito de infiltrar y gestionar posteriormente el agua de lluvia. Se trata de un sistema constructivo que integra una pavimentación permeable con una estructura subterránea formada por geoceldas poliméricas, dotado de elevada capacidad de infiltración y retención del agua de lluvia bajo su superficie.
En otro orden de cosas, merece una especial atención el importante papel que desempeña la Administración en el devenir de las obras públicas. Teniendo en cuenta que el sector de la construcción en nuestro país es uno de los sectores más viciado, dependiendo del criterio del técnico de turno o de sus intereses, se conseguirá un mejor o peor resultado final para ese proyecto. Por este motivo, sería conveniente legislar al efecto, para que la propia Administración aplicase criterios de economía circular mediante la edición de pliegos condiciones de obligado cumplimiento, y no lo dejase a voluntad de técnicos o de políticos. Del mismo modo, habría que implementar un órgano o árbitro que velase por su cumplimiento, y en su caso, establecer un régimen sancionador. Entre los criterios que la Administración podría comenzar a promover están los siguientes: consumir preferentemente productos y servicios de proximidad; minimizar el consumo de piedras naturales y granitos, ya que es la pavimentación más antisostenible que hay; favorecer e incluso exigir la colocación de pavimentos en base flexible, ya que existe mucha resistencia por parte de los técnicos sobre todo de mayor edad y menos proclives a la innovación; y apostar por sistemas urbanos de drenaje sostenible.
