En cuclillas
Enciendo el chisquero
Y lo acerco al papel,
Brota la llama
Entre los troncos
Y su baile me atrapa
“Quizás hoy
Haga fuego a la primera…”
Pero no…
Se apagan
Sin llegar a quemar
Siquiera la madera.
Las cascas de nuez
No colaboran, aún,
Y me acerco a susurrarles
Soplos de aliento
Que reavivan las brasas
Como convenciéndolas.
Viento contra hogar,
¡Qué paradoja!,
Para traer calidez
A la casa…
Y, al fin, arde la hoguera.
Yo también estoy prendido:
Un rescoldo atávico
De fogatas antiguas
Me consume y me acrisola.
Unos instantes
Que no sé si son eternos
O es que condensan
Los albores de los tiempos
Justo ahora… como eternamente.
Y me reconozco en quienes fui,
Y los reconozco en quien soy…
Y seguimos serenamente siendo
Lumbres de noche hacia nuevos días.
Esto no me pasa
Con las lucecitas de navidad.