Tenía previsto un exordio limpio, un discurso amable, libre de este virus que viene a quitarnos, puntito a puntito, el protagonismo. Un discurso activo, sin imposiciones, pero por lo visto no ha podido ser, no hay casualidades.
Esta navidad voy a conformarme con organizarme, con video llamadas y ética parlante menos devaluada, con menos contagios y hospitalizados, con menos opciones de movilidad.
Con estos cribados detecto mejor los posibles riesgos, reduzco los miedos y evito contactos y concentraciones aunque mi deseo es llegar a tod@s, seducir a tod@s hasta que termine esta situación generalizada.
Pienso en evitar una muerte más. Voy a hacerlo al menos hasta que se anuncie que llegó la luz, la primera luz. Qué ataca con fuerza la dura activista que no teme al virus ni a la sombra oscura de la oscuridad.
No hay alternativa que no me plantee pero por lo visto, por lo que yo veo, eso ya depende de mi voluntad. Esta navidad me dedicaré a escribir sin faltas para ver la escena. Quiero recrear esta lucecita, la que parpadea en el rinconcito donde está la vela de los familiares.
Esta nochebuena hago un llamamiento para que le escriban una o dos letritas a l@s sanitari@s. Sean creativ@s. Ámenlos a tod@s. Feliz Navidad.
