(Para quienes sufren en silencio)
Se oyen por las calles
sonar las charangas
y risas de niños
y gentes que cantan.
Y se ven las norias
que hay en las barracas;
y celebraciones
que anuncian campanas.
Mientras la aflicción
roe las entrañas
y nos paraliza
nublando las almas.
Y se ve a Santa Ana
en la soledad.