Más reflejos
Los chicos de hoy, enganchados mayoritariamente a las pantallas de los videojuegos, parece que serán conductores con más reflejos y conocerán muy bien los secretos de las nuevas tecnologías que equiparán los coches, pero se presupone que serán más agresivos y distraídos, y pensarán menos. Los expertos indican que el conductor del futuro pensará como un ordenador.
Más agresivos
Existe la idea de que muchas horas jugando con las “maquinitas” puede suponerles unos cambios en algunas de sus capacidades que podrían tener influencia, dentro de unos años, en su forma de conducir. Estos juegos les darán una mayor capacidad de respuesta, seguramente, ante una señal de stop pisarán el freno mucho más deprisa que lo hacemos nosotros ahora. Los niños mejorarán su coordinación visual y motriz, lo que incrementará sus reflejos a la hora de conducir aunque esa misma rapidez les hace que se distraigan con más facilidad, algo bastante negativo para la conducción. Y, todavía más preocupante, parece que tendrán problemas al tomar decisiones e, incluso, no les gustará tomarlas. O lo que es lo mismo: decidir si pueden adelantar o no, frenar o acelerar, parece que lo harán peor.
Nuestros jóvenes serán conductores agresivos, pero además, hay que tener en cuenta que estos juegos producen prepotencia y euforia y todos sabemos que al volante siempre sale “la fiera que llevamos dentro”.
