Sucedió en el año dos mil cinco
una carrera de cien metros,
para minusválidos iba a empezar
los discapacitados dieron el pecho.
Diez de ellos estaban en la pista
esperando la señal para empezar,
sonó el disparo y todos salieron
uno de ellos cayó y no se podía levantar.
Volvieron la vista y miraron al caído
regresaron todos y una niña de DOWN,
se agachó y lo besó varias veces
lo levantaron con cariño y corazón.
De pronto se colocaron en la salida
y cogidos de la mano y el paso,
llegaron todos juntos a la meta
al ver la acción sonaron los aplausos.
Nunca debemos olvidar
que también los discapacitados,
sienten de corazón al compañero
que en el camino se quedó anclado.
Esto ocurrió en Paquistán
pero en cualquier lugar se ve,
que caminando más despacio
se hace camino también.
Los minusválidos son personas
pueden encontrarse en tu familia,
y con hechos como el narrado
a muchas gentes nos dan envidia.