Las instituciones riojanas buscan divulgar el yacimiento de Alfaro

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“Hay que buscar la fórmula para mantener abiertos los hallazgos para que los puedan disfrutar y conocer todos los ciudadanos y visitantes”. Fue la sensación que le quedó al presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, tras su visita a los yacimientos del poblado romano de Gracurris, guiado por el arqueólogo José Manuel Torrecilla y acompañado por el alcalde Tomás Martínez y el consejero de Cultura Luis Alegre.

Porque después de cada campaña de excavaciones, los descubrimientos deben ser de nuevo cubiertos, después de estudiarlos,clasificarlos y documentarlos, para evitar los efectos de la erosión por la lluvia y el viento. Por ello, las autoridades regionales y el arqueólogo plantearon estudiar las posibilidades de divulgar didácticamente la riqueza de estos yacimientos de las Eras de San Martín, incluso a través de recreaciones en el lugar o un centro o museo para su interpretación, ideas que se plantearon como proyectos a futuro.

De esta campaña es protagonista la excavación alrededor de un edificio público de carácter religioso, el mayor romano conservado en La Rioja, que suponía el eje organizativo de Graccurris, que llegaba a ser visible desde toda la ciudad. “Las ofrendas, monedas y estatuas halladas corroboran su uso ritual”, explicó Torrecilla en la visita.

Encuentros con la historia

El lugar que centra los actuales cuidadosos trabajos del equipo es la piscina de 25 metros de largo y 2,5 de profundidad, con ricos escalones de arenisca. Además, el equipo trabaja en consolidar y drenar los yacimientos para protegerlos de la inestable ladera.