Impulso al Centro de Educación Ambiental de Bardenas Reales

Proyecto de 2007

El nuevo Centro de Educación Ambiental, que ocupará una superficie de

más de 5.500 metros cuadrados -casi 3.000 construidos- y se ubicará junto

al Centro de Información de Visitantes situado en el término arguedano de

Aguilares, tendrá como objetivo enseñar, educar y formar a grupos de

jóvenes y estudiantes en la singularidad de la única reserva esteparia

existente en Europa.

Punto de encuentro

El proyecto del Centro de Educación Ambiental fue adjudicado al estudio

pamplonés Capilla-Vallejo Arquitectos, ganadores del concurso de ideas

convocado por la Comunidad de Bardenas Reales de Navarra en 2007.

Las obras de ejecución, que se prolongarán a lo largo de quince meses

desde su comienzo, se ejecutarán en dos fases. En la primera, que tendrá

un coste aproximado de 4,6 millones de euros, se levantará el Centro de

Educación Ambiental, de 1.900 metros cuadrados. En esta fase también se

llevarán a cabo las obras de urbanización de todo el conjunto, así como los

espacios exteriores en los que se integran una plaza de acceso, un

anfiteatro, caminos, muros de cerramiento y la reforestación de las zonas

adyacentes.

La segunda fase del proyecto, cuyo presupuesto se cifra en 1,2 millones de

euros, incluye la instalación de los módulos correspondientes a los

Alojamientos Juveniles. Se trata de diez cabañas y en cada una de ellas se

podrán alojar hasta ocho jóvenes.

Estos alojamientos contarán con una sala de estar común y dos zonas de

dormitorio, cada una con un área de aseo, y todas sus instalaciones estarán

adecuadas para su uso por personas con minusvalía. Además, la ventilación

cruzada y la protección térmica aseguran un comportamiento ejemplar de

las cabañas, frente a las temperaturas extremas del entorno.

PLANTEAMIENTO EFICIENTE Y EFICAZ

El Centro de Educación Ambiental de Bardenas Reales se plantea como el

punto de encuentro de una sociedad con la tierra de sus orígenes. Su

arquitectura, de austeridad formal y rotunda geometría, pretende enlazar

con la tradición bardenera. El acceso a este edificio se realizará mediante

una rampa suave desde el Centro de Información y Acogida de Visitantes,

que dará salida a la plaza, como espacio de transición y recepción al

conjunto.

Al este de la plaza, y adaptándose a la pendiente de la ladera, se situará el

anfiteatro apropiado para tertulias y “fuegos de campamento”. Al otro lado

de la plaza se levantará el Centro de Educación Ambiental, formado por dos

volúmenes unidos entre sí, y que contienen una lámina de agua, como

referencia a las sorprendentes balsas que podemos encontrar en las

Bardenas.

El módulo o volumen norte dedicado a comedor, albergará también un

self-service, cocina, espacio para recepción, almacén, un acceso para

control y recepción de mercancías, etc. Bajo este módulo se ubicará un

espacio para dar cabida a todas las instalaciones del complejo, así como la

zona de carga y descarga de aprovisionamiento de la zona de restauración

y un garaje para los vehículos del parque. Por su parte, el volumen sur secontempla para la zona social. Tras una recepción, habrá un espacio

polivalente y tres aulas con posibilidad de fundirse en una, además de una

oficina, dos despachos y un almacén de apoyo. Al este de este volumen se

levantarán los módulos de los Alojamientos Juveniles.

En la construcción de todo el conjunto, se utilizarán en su mayoría

materiales naturales y próximos al lugar: piedra dorada de Pitillas o Tafalla,

Acero, Hormigón, etc., trabajados de forma artesanal, para que envejezcan

con nobleza y perduren en el tiempo.

La Comunidad de las Bardenas Reales de Navarra ha sido exigente en un

planteamiento eficiente y eficaz en el consumo y distribución de la

energía, para reducir la huella ecológica del nuevo centro.

Esta eficiencia energética quedará plasmada en el cuidado y mejora de

los aislamientos normativos; el aprovechamiento de la luz natural

mediante la orientación del edificio; la construcción de gruesos muros

exteriores con hormigón y piedra natural del lugar, que protejan los

recintos de las inclemencias generadas por el cierzo del entorno, etc.

Además, las cubiertas de los módulos estarán preparadas para acoger

vegetación autóctona, para la perfecta integración de los mismos en el

entorno, al mismo tiempo que se favorezca las buenas condiciones

medioambientales del interior.