Eduardo Santas, con la vista puesta en los Juegos de Río

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A sus 24 años, el turiasonense Eduardo Santas vive un momento dulce. Las 32 horas de viaje desde Canadá le han servido para asimilar su gran logro y quitarse la espina clavada por acabar cuarto en la prueba en línea del Mundial de Ciclismo Adaptado. Un puesto algo amargo, pero que ahora le anima a trabajar más para alcanzar alguna medalla en un futuro.



"Esprinté bien, pero estaba un poco cerrado y para cuando tuve hueco ya no pude alcanzar a los tres primeros", recuerda de la carrera. Se trataba de su primer mundial, después de una progresión meteórica desde hace cuatro años, cuando comenzó a competir en pruebas adaptadas para discapacidad física de nivel 3.



El año pasado se proclamó campeón de España en pista, y eso le abrió las puertas de la selección. Aunque tuvo que hacer un esfuerzo extra. "También fui a una carrera de la Copa del Mundo en Italia, por mi cuenta. Hice sexto y sirvió para que me preseleccionasen definitivamente", cuenta.



Santas comenzó a competir a los 8 años, y para él esta temporada ha significado un paso más en su progresión. Pero antes del Mundial, su sueño de vestir los colores de España estuvo a punto de esfumarse por una caída. "Fue en la Vuelta a Pamplona. Se me desplazaron varios huesos y estuve una semana sin coger la bici, muy dolorido", afirma.



No obstante, su determinación le llevó a la concentración con los internacionales en Segovia y posteriormente a los mundiales, donde se ha doctorado. Ahora, apunta alto. "Una vez estás dentro, tienes la ilusión de no salir de las convocatorias. Soy joven y los Juegos de Río de Janiero son una posibilidad al alcance de la mano", dice.