Fútbol sala

“Ha sido un sueño poder debutar con el primer equipo, es algo que no te esperas con 17 años”

‘Uge’ debutó a principios de enero, con tan solo 16 años, ante el Naturpellet Segovia

No va a olvidar fácilmente este año ‘Uge’. El joven jugador del Ribera Navarra debutó con 16 años en el primer equipo, se ha estrenado como goleador y ha jugado con la selección.

El joven jugador del Ribera Navarra FS Apil Jumpers, ‘Uge’, se ha convertido en todo un referente para las categorías inferiores del club y es que a sus 17 años se ha asentado en el primer equipo.

¿Cómo ha sido este 2019?

Estoy muy contento, este año lo voy a recordar como el inicio de mi carrera deportiva. Ha sido un año muy feliz y muy importante para mí porque he crecido como jugador y como persona.

Si hace un año le dicen que ibas a debutar en el 2019, ¿lo hubieras creído?

La verdad es que no. Para los jugadores de la base es un sueño debutar con el primer equipo y no te esperas debutar con 17 años. 

El Ribera es un equipo que confía mucho en la cantera. El cuerpo técnico y sobre todo el entrenador trabajan bastante bien este tema y da muchas oportunidades a los chavales. Ya que no tenemos tanto presupuesto como pueden tener los grandes equipos, al final toca tirar de la cantera y los chavales intentamos responder de la mejor manera que podemos con mucha ilusión y muchas ganas.

¿Cómo recuerda el debut?

Tenía muchos nervios. Estaba calentando y empecé a escuchar a la grada corear mi nombre. ‘Pato’ me llamó y decidió sacarme. Estaba muy impresionado con el campo, con todo. Estaban mis familiares, amigos y yo creo que fue un momento único e indescriptible.

¿Cómo ha sido ese salto a la máxima categoría del fútbol sala?

En Primera División hay una intensidad y una calidad que no te imaginas nunca llegar a ese nivel. 

No hay mejor equipo que el Ribera para introducirte en Primera División. Somos una familia, una piña y eso es muy importante en un equipo. Esto es muy importante, coger los consejos de los mejores y aprender con los mejores.

Con el paso de los meses se ha asentado en el equipo y se ha destapado como goleador, ¿qué más se puede pedir?

No se puede pedir más. Todo lo que hay que pedir es para el equipo, que salgan los resultados, que puntuemos y poco a poco empecemos a salir de ahí abajo. 

Yo personalmente, trabajaré para que no sea el último gol y por tener más oportunidades para poder aportar al equipo.

¿Qué consejos recibe desde el club, desde el equipo?

‘Pato’ ve muchos partidos de la base, así que ya me había visto varias veces en categorías inferiores. Ahora me dice que tengo que actuar como siempre, como sé, sin nervios. Meter intensidad en cada jugada y aportar lo que más pueda al equipo, aprender con este grupo que es increíble y, practicamente, los mejores.

¿Y la familia y los amigos?

Están orgullos de mí y me animan a que luche por este sueño y que esté muchos años más.

Mis amigos lo mismo. Vienen todos los partidos a verme, a animarme. Si tengo un momento duro o de bajón, siempre me animan. Tanto a ellos como a mi familia les tengo mucho que agradecer porque sin ellos no sería lo mismo.

¿Cómo le cambia la vida a un chaval de 17 años? 

Intento hacer una vida normal. Estar con los amigos lo máximo que puedo, porque es como mejor me lo paso. Algunos dirán “menudo sacrificio ir nueve horas para un partido”, pero es lo que más me gusta: disfrutar del fútbol sala, el deporte más bonito que hay. Si tengo que estar nueve horas, pues tengo que estar nueve horas. Y si fueran más haría lo mismo por jugar en el equipo de mi tierra

Entrando en el Aspil Jumpers, ¿qué le está pasando al equipo este año?

Hemos tenido un arranque un poco complicado. Estamos en una liga muy competitiva, de las más competitivas que he visto. Hasta el Córdoba, por ejemplo, que es un recién ascendido, está haciendo un temporadón y está ahí luchando. 

Al final los resultados van a llegar porque el trabajo es el de siempre. Los jugadores dan todo y el club es una piña, una familia unida. Confío en que el trabajo tendrá su recompensa y que saldremos de este bache.

Además de los colores del Aspil, le ha tocado vestir la camiseta de la selección, ¿cómo ha sido la experiencia?

Fue un sueño. No me lo creía hasta el momento en el entrenador me dijo: “venga, que sales a jugar”,  ahí ya empecé a creérmelo. 

Ahora tengo que seguir dando el máximo, trabajar y seguir aprendiendo para que me lleguen oportunidades como esta.

Entrando en Navidad ¿Cómo las vive? 

Procuro pasarlas siempre con mi familia y con mis amigos. Hago más o menos lo mismo que hace todo el mundo: comidas y cenas familiares y salir con los amigos. 

Este año no tocará salir mucho por la noche.

No, no, hay que empezar a entrenar el día 1 ó 30.

¿Qué recuerda de sus navidades de la infancia?

Cuando era niño también estaba en la base del Riber Navarra y me acuerdo siempre de la fiesta de Navidad. Salían los jugadores vestidos con gorros de Papá Noel y me gustaba mucho ese día. Veía a los mayores y decía “ojalá pueda estar ahí algún día” y ahora se ha cumplido.

Por último ¿qué le pedimos al 2020?

Que intentemos pasar este bache. 

Tenemos que puntuar en casa, nosotros y nuestra gente lo merecen. E individualmente, seguir trabajando así y conseguir más oportunidades como la de la selección, marcar algún gol más y ayudar al equipo sobre todo. Vamos a tirar para adelante con todos juntos.