Navarra

Romances riberos

Entramado ribero

Verso a verso, rima a rima,

voy tejiendo con mil sedas

el seductor entramado

de un pueblo de la Ribera.

Hoy, un viejo campanario;

mañana, quizá, una iglesia;

al otro, un campo de olivos;

después, una fuente fresca.

Luego, un árbol, un convento,

un rosal, unas ovejas,

un riachuelo, una balsa,

un castillo, unas cigüenas…

Más tarde, un viejo camino,

y un puente, y una taberna,

y unas nubes, y unos pájaros,

y un aire de hierbabuena.

Al fin, una esencia, un ansia

de respirar esa esencia

en la quietud de las tardes

que invitan a vino y siesta.

Víctor Arribas

‘Romances Riberos’