Navarra

La gran pregunta sobre la dureza del agua: ¿es positiva o negativa?

En ocasiones, las afirmaciones que se vierten sobre las supuestas propiedades del consumo de agua (tanto positivas como negativas) están inundadas de inexactitudes, imprecisiones e incluso falacias dirigidas a que bebamos agua embotellada (que es mucho más cara y que ejerce un mayor impacto medioambiental). Así, aunque numerosos consumidores creen que las aguas minerales tienen “propiedades medicinales”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que existen demasiadas incertidumbres en el ámbito científico como para dar crédito a esta creencia.

Entre las sustancias que determinan la dureza del agua, predominan el calcio y el magnesio. Otros cationes como el hierro, el manganeso o el zinc también contribuyen a su dureza, pero en menor medida. Cabe preguntarse si es cierta la creencia popular de que es peligroso (o “corrosivo”) para la salud consumir de forma habitual aguas duras. En 1984, la OMS no halló evidencias científicas convincentes de que la dureza del agua cause efectos adversos en humanos. Tampoco las halló en 2003, 2008, 2009 o 2011, en los sucesivos informes que ha dedicado a esta cuestión.

Pese a que no ha emitido ninguna recomendación, la OMS indica que las aguas duras pueden contribuir a la ingesta de calcio y de magnesio, minerales relacionados con la prevención de la osteoporosis y los eventos cardiovasculares. De hecho, señala que consumir aguas blandas podría ejercer efectos negativos sobre el balance mineral del organismo.