A lo largo de la pasada semana y el principio de esta se han empezado a recoger las primeras olivas de la temporada 2015-2016. Mientras que la campaña comenzó el 1 de octubre, es ahora cuando los trujales vuelven a retomar una gran actividad gracias a este oro líquido que tan necesario se ha convertido en nuestros mejores platos de comida.
Las estimaciones para este año son muy positivas (apuntan a 1.300.000 toneladas), sobre todo si se hace una comparativa con los registros del año pasado, donde una plaga, la mosca, convirtió la cosecha en un desastre y únicamente se pudieron recoger 660.000 toneladas de aceitunas, casi una tercera parte de la campaña anterior, la 2013-2014, donde se consiguieron batir todos los registros existentes al alcanzar la cifra del 1.770.000 toneladas, récord hasta la fecha.
La mala cosecha de la última campaña, aunque ayudada por los excendentes de la anterior, ha repercutido en el precio del mercado, en el que durante los últimos meses hemos asistido a unas importantes subidas, especialmente a partir del mes de julio, donde la escasez de aceite a la que se estaba llegando estaba empezando a resultar preocupante. Fruto de estas subidas su consumo descendió y no ha habido problemas de abastecimiento. Con las cifras que se barajan para la cosecha de esta temporada, todo apunta a que darán un respiro en los mercados y los precios disminuirán en las próximas semanas, no como en la temporada récord en cosecha ya mencionada, pero sí a cifras bastante inferiores a la de los últimos meses.
