Una Transición justa frente a la Emergencia climática

Es necesario un cambio profundo y rápido de la forma en que producimos, nos movemos y consumimos.

Estamos ante una emergencia climática, el mayor reto al que se enfrenta la Humanidad. Gobiernos y empresas deberían tener marcada una única prioridad: avanzar hacia una economía baja en carbono, aumentando la ambición a la vez que se establecen medidas de transición justa.

Es necesario un cambio profundo y rápido de la forma en que producimos, nos movemos y consumimos. Esto representa una revolución de dimensiones que no se han visto hasta ahora porque implica, entre otros aspectos, transformaciones globales industriales y cambios tecnológicos de gran alcance, el desarrollo de un nuevo mix energético y la implantación de la economía circular.

Esta necesaria revolución no solo generará efectos positivos sobre la salud y la calidad del aire, también reducirá la dependencia energética y podría representar un gran impulso para la creación de empleo verde y decente, así como una oportunidad para reforzar las capacidades tecnológicas e impulsar una industria sostenible.

La transición remodelará profundamente el mercado laboral, generando nuevas oportunidades para los trabajadores y las trabajadoras. Se crearán nuevos empleos, pero también, se destruirán otros muchos y algunas ocupaciones existentes se transformarán en otras nuevas.

Habrá sectores y regiones, especialmente los que dependen de industrias intensivas en carbono, que pueden verse más negativamente afectados que otros. Es necesario anticiparse a estas tendencias y a su impacto en los trabajadores y las trabajadoras. Para ello, la labor sindical es especialmente importante. Tenemos que participar en la gobernanza climática y en la planificación de las correspondientes políticas a todos los niveles y demandar que la política climática vaya acompañada de mayor igualdad, justicia y solidaridad.

El éxito del proceso dependerá también del modo en que nuestra sociedad tenga en cuenta a las personas y colectivos más vulnerables, ya que la transición solo será efectiva si se lleva a cabo bajo una perspectiva de justicia climática y social. De ahí que toda esta transformación deba hacerse bajo el paraguas de una Transición Justa que asegure que no se deja a nadie atrás y que esté basada en el diálogo social como herramienta principal.