Ebro

Más de medio millón de Margaritonas al Ebro

Se repueblan en el río Ebro más de medio millón de ejemplares juveniles.

Control de la Margaritífera
photo_camera Control de la Margaritífera

El Plan de Recuperación de la Náyade auriculada o Margaritona (Margaritifera auricularia) del Gobierno de Aragón lleva desde hace más de una década ensayando distintas técnicas para la cría en cautividad de esta emblemática especie amenazada. Gracias a ello, durante la presente campaña se han logrado obtener más de 650.000 juveniles, de los que casi un 95% han sido liberados en tramos del río Ebro en Aragón, que previamente se habían identificado como adecuados para la especie y por tanto con posibilidad de albergar ejemplares juveniles.  Al nacer, los juveniles de Margaritifera apenas alcanzan unos pocos micrómetros, y su mortalidad es tremendamente elevada de manera natural. En consecuencia, esta actuación persigue que al menos un pequeño porcentaje de juveniles pueda sobrevivir en el medio natural.

El resto de los ejemplares juveniles obtenidos se mantienen en cautividad en el centro de cría experimental ubicado en la finca de la Alfranca. Durante su estancia allí, se registrará tanto su crecimiento como la supervivencia en cautividad, que durante el primer año de vida sigue siendo muy baja.

Colaboración con otras Comunidades Autónomas

Este año por primera vez, se ha destinado parte de la producción de juveniles a experiencias piloto fuera de nuestra comunidad autónoma, gracias a la colaboración las Administraciones de Cataluña y País Vasco.

La primera de estas experiencias se está realizando en Gerona. Allí se han trasladado alrededor de 10.000 ejemplares juveniles de Margaritona cedidos a la Generalitat de Cataluña para mantenerlos en sus instalaciones de cría en cautividad de náyades,  probando con ellos los protocolos de cría usados para otras almejas autóctonas como  Unio mancus o Unio ravoisieri.

La segunda experiencia se está llevando a cabo en Álava, donde se han liberado en el medio natural juveniles en una zona donde se tiene registrada una buena población de otra náyade autóctona.

Una especie en situación crítica y un proyecto para su cría en cautividad

Margaritifera auricularia es una de las cuatro grandes almejas de río que habita Aragón. Catalogada en peligro de extinción y considerada  desde el año 2017 en situación crítica por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente,  su situación ha empeorado drásticamente desde el año 2013, debido a las fuertes mortalidades registradas en las principales localidades donde habita la especie: el Canal Imperial de Aragón y  el Canal de Tauste. En ambos canales se calcula que ya han muerto más de la mitad de los ejemplares en apenas 5 años. Entre las posibles causas de este declive incesante se incluye un importante abanico de posibilidades, entre las que parece cobrar más protagonismo la contaminación de las agua y la competencia con especies exóticas invasoras como la almeja asiática.

La cría en cautividad de Margaritifera auricularia se encuentra incluida como una de las acciones prioritarias que recoge su Plan de Recuperación, aprobado por Decreto del Gobierno de Aragón en el año 2005. Fruto de esta línea de trabajo del Plan, desde hace cuatro años se viene aplicando una metodología muy depurada que, por primera vez, está permitiendo mantener con vida a  pequeños juveniles en las instalaciones de la Alfranca. De este modo, hoy en día se mantienen ejemplares nacidos durante todos los años desde el 2014.

La cría en cautividad de Margaritifera es especialmente compleja.  En la época de reproducción se deben capturar y mantener temporalmente a los adultos en las instalaciones de cría, con el fin de  obtener las larvas, que necesitan parasitar temporalmente las branquias de ciertos peces que reciben el nombre de hospedadores. Alojadas en estas branquias, las larvas sufren una una metamorfosis que les lleva a convertirse en diminutas almejas, que se liberan de su hospedador y pasan a tener vida libre.  Los ejemplares liberado este año en el río Ebro estaban en esta fase.

Los peces que pueden ser hospedadores para las larvas de Margaritifera auricularia, pertenecen a un número muy reducido de especies. En concreto, en Aragón es el pez fraile (Salaria fluviatilis) la única especie autóctona que puede desempeñar este papel, y como la Margaritona, también se encuentra en peligro de extinción en nuestra Comunidad. El esturión europeo (Acipenser sturio) también podría hacer de hospedador de las larvas, pero  esta especie se extinguió del río Ebro a principios de los años 70 del pasado siglo.

Experimentalmente y en condiciones controladas, se utilizan ejemplares de esturión siberiano (Acipenser baerii) para poder alojar las larvas de Margaritifera, y como estos años atrás,  el Acuario de Zaragoza ha colaborado con sus esturiones en este proceso de cría, obteniéndose tras su metamorfosis alrededor de 40.000 juveniles viables en sus instalaciones.

La infección es inocua para los peces, que únicamente transportan a las larvas en sus branquias durante unas pocas semanas, dándoles cobijo y asegurando su oxigenación y alimentación durante este tiempo. Una vez maduras, las pequeñas almejas se desprenden y los peces continúan con su vida normal.

El objetivo final del programa de cría en cautividad es conseguir ejemplares de Margaritifera que alcancen los 4-5 cm de longitud de concha con los que poder realizar su reintroducción en el medio natural. Alcanzar este tamaño en cautividad permitiría aumentar considerablemente la supervivencia de los ejemplares liberados respecto a la liberación de ejemplares recién nacidos. 

Margaritífera