Las medidas de confinamiento derivadas del estado de alarma para evitar la expansión del COVID-19 han tenido consecuencias positivas sobre la calidad del aire en La Rioja. La limitación del tráfico y el menor uso de la calefacción en esta época del año han provocado una reducción de los niveles de contaminación.
La Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y Recursos Hídricos, ha evaluado los datos obtenidos de la estación de medición de calidad del aire de Logroño que reflejan una disminución del 35 por ciento de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en la capital riojana respecto al mismo periodo de 2019.
El dióxido de nitrógeno (NO2) es un contaminante propio de las instalaciones de combustión como las calderas de calefacción y de los vehículos de combustión.
