Tudela

Una calle Gayarre sin coches

Es lo que propone Recicleta Ribera en un estudio de campo del tráfico rodado en esta calle de Tudela.

Estudio Calle Gayarre 3
photo_camera El conteo de vehículos se realizó teniendo en cuenta el acceso principal de la calle Gayarre, desde Díaz Bravo, y el de la calle Regacho ya que desde ambos confluyen en los colegios Compañía de María y Elvira España

La asociación Recicleta Ribera ha realizado un informe sobre la calle Gayarre de Tudela con el objeto de de mostrar la incidencia del tráfico rodado analizando los datos recogidos a lo largo de 6 jornadas, en diferentes tramos horarios, para lograr una visión objetiva del tráfico que soporta esa zona. 

Los datos fueron recogidos por varios voluntarios de la asociación en tramos de 10 minutos, en diversas franjas horarias, de lunes a sábado. Concretamente entre el 14 y el 19 de diciembre de 2020. El conteo de vehículos se realizó teniendo en cuenta el acceso principal de la calle Gayarre, desde Díaz Bravo, y el de la calle Regacho ya que desde ambos confluyen en los colegios Compañía de María y Elvira España. 

Se tuvo en cuenta para la muestra todo tipo de vehículos que pasaban: bicicletas, patinetes, motocicletas, coches y furgonetas. También se tuvo en cuenta cualquier otra variedad de transporte que pudiera pasar tal y como pudieran ser ambulancias, furgones policiales, vehículos de la brigada, etc. cuyo tránsito por esta vía ha sido totalmente residual (0,6%). 

El 77,8% del total de los medios de transporten que circulan por esta vía a lo largo de la semana son turismos. El 11,3% son furgonetas, el 4,7% motos, el 3% bicis y el 1,9% patinetes. 

Ese 77,8% suponen un total de 570 vehículos, de los cuales, el 63% usan la calle Gayarre en el horario de salida y entrada de los colegios de la zona provocando una alta concentración de coches y una alta concentración de menores en un espacio de tiempo muy reducido. En algunas jornadas se duplica e incluso se triplica el número de coches que pasan en esos momentos puntuales, con los de otros momentos del día como pueden ser la media mañana o la media tarde. 

El porcentaje de vehículos que utilizan la calle Gayarre disminuye radicalmente cuando no hay clases, es decir, en sábado. Con lo cual se puede deducir que en esos horarios la mayoría de coches que pasan por ahí lo hacen exclusivamente para dejar o a recoger niños de esos colegios. 

El siguiente tramo de más tráfico de coches es el de las 20h. (que se lleva el 16% del tráfico de turismos). Horario que coincide con el ocio hostelero que se concentra en las calles cercanas y que no preocupan ya que, ni es excesivo, ni es coincidente con las entradas y salidas a las clases que es lo que realmente preocupa por el obvio peligro de juntar mucho tráfico rodado con gran afluencia infantil. 

Estudio Calle Gayarre 1

Desde Recicleta Ribera creen que los entornos escolares deberían estar libres de coches para permitir que los niños disfruten con total seguridad de su camino de ida y vuelta al colegio. “La situación y peculiaridad de la calle Gayarre supone un embudo de vehículos en momentos en el que los niños entran y salen del colegio con el consecuente peligro que se ocasiona por masificación de vehículos, maniobras indebidas, aparcamientos ilegales, zonas sin visibilidad…”, afirman desde la asociación.

“Estos datos avalan la alta concentración de coches en momentos en los que los niños deberían sentirse más seguros por ello proponemos el cierre al tráfico motorizado de esta calle evitando peligros innecesarios a toda la comunidad educativa”, concluyen. 

Desde la asociación recalcan que muchos niños son acompañados por sus padres al colegio no porque sean demasiado pequeños para ir solos, sino por el peligro que supone llegar hasta el centro. “Si se cierra al tráfico estos niños podrían acudir por ellos mismos, consiguiendo una autonomía esencial en su desarrollo como personas. Una autonomía que también ganarían los niños que deben acudir en coche por vivir lejos. El coche los dejaría en una zona algo más alejada y ellos podrían acudir andando o en bici hasta el colegio ya que ya no habría peligro alguno. Una segunda ventaja para ellos sería la de activarse antes de entrar a las clases que, viniendo directamente en coche no consiguen”, remarcan. 

En ese sentido añaden que, además, sería innecesario el uso de efectivo de la policía municipal para asegurar la entrada y la salida de los escolares pudiendo desarrollar otras labores, y que también se mejorarían los niveles de contaminación en la zona justo en el momento de más afluencia de peatones. 

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