Tudela

El campo rejuvenece a nuestros mayores

La peña El Frontón homenajeará el próximo 27 de julio a las 11 horas en la Puerta de la Mejana a Pablo Miranda Melero como hortelano popular, un hortelano de los de siempre.

Pablo Miranda Melero, Hortelano Popular 2019
photo_camera Pablo Miranda Melero, Hortelano Popular 2019

Fue su amigo Hilario, hortelano popular el año pasado, quien le dijo a Pablo Miranda que iba a ser el hortelano popular de este año. Al principio le echaba un poco para atrás, pero ahora está encantado.

Lo cierto es que ya no quedan gente como ellos, esos míticos hortelanos que cuidan y miman la tierra regalándonos auténticos tesoros en forma de verduras, hortalizas, legumbres, frutas...

Miranda sabía desde bien pequeño que su sitio iba a estar en el campo. Una bomba durante la Guerra Civil Española le arrancó parte de su mano izquierda y sus hermanos y padres lo protegían para que no fuera al campo, pero a él le encantaba y acabó formando un equipo perfecto junto a sus dos hermanos mayores.

Su padre era el alamín de Moskera, él era quien regulaba el agua  y el riego de toda esta zona durante 40 años. “En aquel tiempo éramos los hijos de un jefe de aguas, aunque no teníamos nada. Pero era muy listo y empezó a trabajar tierras a medias, mitad para cada uno. Luego ya empezamos a comprar tierras, herramientas, caballería... y ya nos fuimos haciendo sitio”, recuerda Miranda. 

Recuerda que por entonces metían horas y horas en el campo. “Cuando teníamos las caballerías, las teníamos a parte y teníamos que ir a las 4 de la mañana para darles de comer, para que a las 6 pudieran estar trabajando. Después ya con los tractores eso desapareció, pero llevábamos un trabajo...”

Pablo Miranda Melero, Hortelano Popular 2019, en su huerto

Este año los tomates llegarán un poco más tarde

Ahora en la actualidad, a sus 88 años, sigue escapándose a su huerto en la Mejana. Este año por temas personales ha tenido que atrasar la siembra y la plantación unas semanas, pero allí se escapa a su rincón de la Mejana donde se le ve feliz y donde agarra la azada con más estilo y más efiacia que cualquier joven de los de hoy en día. “Para las 4 de la mañana me suelo despertar, ya no sé qué hacer y me voy para el campo”, dice, que cuando todavía es de noche se alumbra con los faros del coche. Allí en su huerto tiene plantado de todo: tomates, pimientos, pimientos de cristal, guindillas, alubia verde, puerros, calabazas, melones, sandías, pepinos, calabacines, tres tipos diferentes de lechugas, cardos, berza, uva sin pepitas y su favorita: la borraja. “Para mí es la mejor que hay y eso que sales de aquí y en muchos lugares ni la conocen”, nos confiesa.

También nos cuenta un hecho milagroso y es que todos los días se levanta con dolor de riñones, “pero en cuanto veo la azada ya se me ha ido el dolor. Y tendríais que ver a mi hermano mayor, que tiene 91 años y está más joven que yo con eso de ir todos los días al campo”. 

En cuanto a la situación actual de los campos en general lamenta el estado en los que se encuentran. “Todas las fincas que están abandonadas, toda esa gente que no tiene trabajo... ¿tú sabes que esta España era antes todo agricultura y ahora está todo abandonado? ¿No podían dar solución a esto? Es una pena... bajas a la Mejana y ves casi todo abandonado, todo con hierbajos y antes era el pan del pueblo”, denuncia el veterano agricultor.