Tudela

“Volver a oír bien me ha devuelto la tranquilidad”

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Todo empezó a ir mal hace unos seis años. Hasta entonces Mercedes Hernández había tenido una audición normal. “En mi familia había antecedentes de sordera. Mis abuelos habían tenido problemas en los oídos y parece que me tocó heredarlos”, explica. Poco a poco, sin embargo, empezó a tener problemas auditivos que fueron a más. “Trabajo en la UCI de neonatos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, un espacio con mucho ruido ambiental y muchas máquinas que emiten alertas que, poco a poco, empecé a escuchar mal hasta el punto de que mis problemas auditivos podían comprometer la atención a los pacientes del mismo modo que ya estaban condicionando las relaciones con mis compañeros. Como no podía oír bien, casi ni socializaba con ellos. Prefería estar callada y no participar en las conversaciones”, asegura.

Un cambio a mejor

En 2010 decidió ponerle remedio; tras visitar al otorrino, acudió a GAES. “No tenía ninguna referencia pero me lo recomendaron y fue un acierto. Además, la atención siempre ha sido exquisita. El pasado año le recomendaron un cambio de audífono. “Estoy muy contenta; con los anteriores oía bien, pero con estos estoy mucho mejor. Ha sido un cambio a mejor. Desde que entré en GAES he vuelto a recuperar mi vida”, afirma.

Los problemas que Mercedes tenía en el trabajo han desaparecido. Ahora, pese al continuo ruido ambiental, es capaz de escuchar perfectamente las alertas que emiten las máquinas de la UCI. “Volver a oír bien me ha devuelto la tranquilidad, ahora trabajo más segura”, apunta.

Sus relaciones también han mejorado en paralelo a su audición. “Nunca he sido muy comunicativa, la verdad, pero ahora, soy mucho más sociable y me integro en cualquier conversación sin aquella sensación de frustración que tenía antes al no poder seguir bien las conversaciones. Mi única asignatura pendiente sigue siendo el teléfono. A veces me cuesta entender a la gente, pero todo se andará”, asegura.