Tras un caluroso verano en el que buscábamos el fresco, el tiempo le da la vuelta al termómetro y volvemos a estar tras la búsqueda de las temperaturas cálidas. Durante estos últimos meses nuestras calderas han pasado a un segundo y un tercer plano, casi apartadas para el único uso de la ducha y la limpieza y, en algunos casos, con el calor que hemos pasado este último verano ni para eso ha sido utilizada la caldera.
Llega el momento de volver a estar pendientes de nuestras calderas y el Gobierno de España nos recuerda la nueva normativa europea que exige la comercialización de calderas energéticamente eficientes y da una serie de pautas sobre cómo ahorrar, su eficencia, el rendimiento, la sostenibilidad o el plan renove.
Ahorro
Con las calderas de condensación se puede llegar a ahorrar hasta más de un 25% en la factura y a los 3 años de su instalación ya sale rentable. El coste de una caldera tradicional es de 1.600 euros, por los 1.800 euros que cuesta una caldera de Condensación. La instalción cuesta 100 euros en la caldera de condensación, mientras que en la caldera tradicional es gratuito. El principal ahorro se muestra en el pago de una factura de gas, ya que en la media de 3 años, una caldera tradicional supone un importe de 2.400 euros, mientras que en el mismo periodo de tiempo, en una caldera de condensación saldría por 1.800 euros. Además, la caldera de condensación tiene una ayuda de Plan Renove aproximada de 150 euros.
Estos datos suponen que, de media, en 10 años se podría conseguir un ahorro de 1.850 euros respecto a la caldera tradicional.
Eficencia
La caldera de condensación adapta su potencia de funcionamiento a las necesidades de la instalación, evitando de esta forma los continuos arranques y paros que estamos acostumbrados a ver en las calderas tradicionales. Al adaptar su potencia de funcionamiento hace que necesiten menos combustile, lo que supone que se produzca un ahorro importante de energía.
Rendimiento
Su rendimiento es mayor porque aprovecha el calor que produce el vapor del agua generado en la combustión. Gracias a esta técnica, estas calderas son más eficientes y consiguen una eficencia energética del 93,5% frente al 81% de una caldera tradicional.
Sostenibilidad
La caldera de condensación emite menos gases CO2 y NOx, por lo que es más respetuosa con el medio ambiente. Gracias a ello cumplen la normativa europea ErP, que exige la comercialización de calderas energéticamente eficientes como son las de condensación.
Plan Renove
Con el objetivo de incentivar la implantación masiva de estas calderas y reducir así la factura energética y las emisiones de gases, muchas comunidades han puesto en marcha un Plan Renove de calderas de condensación que ofrece a los ciudadanos ayudas de diferentes cuantías.
