Tudela

Pendientes de la báscula y sin bajar el pistón

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Dedicarse profesionalmente al deporte de élite implica muchas cosas que en la vida cotidiana de una persona ajena a ese mundillo se convierten en nimiedades en la mayoría de los casos. Una de ellas tiene que ver con la alimentación y la forma física, algo innegociable en la rutina de un atleta que quiera arrojar resultados. Una Navidad sin comilonas y con un estricto control de las grasas y los azúcares es el pan de cada día.

Un ejemplo lo ponen los jugadores del Aspil Vidal Ribera Navarra FS. El equipo naranja descansará sólo durante 10 días en el periodo navideño y en ese intervalo de tiempo los componentes de su plantilla deben seguir un plan específico que afecta a su dieta y al mantenimiento de la condición física. “No es nada nuevo, porque es nuestro trabajo y estamos acostumbrados”, se apura en apuntar Andresito, el capitán del cuadro ribero.

"Me gusta el dulce y aún más en Navidad, pero tengo claro que no puedo pasarme. Al fin y al cabo somos profesionales de esto”

Andrés Alcántara ‘Andresito’

Capitán dell Aspil Vidal Ribera de Navarra FS

Descanso durante dos días

Joaquín Martín Colorado es el segundo entrenador del Aspil Vidal. Este sevillano tiene una incidencia directa en la revisión del trabajo que realizan los jugadores durante las vacaciones y de cómo cuidan sus hábitos alimentarios. “No vamos a estar encima de ellos porque tenemos claro que se trata de fechas señaladas. Es inevitable que, en alguna reunión familiar o con amigos, se salten un poco las pautas habituales. No obstante, ellos saben que a la vuelta hay control”, describe.

El control no es nada terrible ni propio de un regimiento de soldados o una auditoría, sino una rutina a la que los propios futbolistas se han habituado y que llevan con la máxima normalidad. Se trata de mantener el índice de grasa corporal en los niveles habituales al regresar tras el parón navideño. “Para que alguien que no conoce esto se haga una idea, Cristiano Ronaldo y una tía-abuela nuestra pueden pesar 85 kilos. Sin embargo, Cristiano tiene un porcentaje de grasa del 7% y la anciana del 20%. Más que el peso, eso es lo que controlamos”, señala Martín.

Los niveles de porcentaje de grasa corporal en los que se mueven los jugadores del Ribera Navarra FS rondan el 8%. Ahí entra el sacrificio de cada uno, aunque no suele haber sorpresas. “Al fin y al cabo somos profesionales de esto y no nos cuesta esfuerzo controlar lo que comemos”, destaca Andresito, quien reconoce que le gusta el dulce y “aún más” en Navidad. “Podemos tomarnos alguna pequeña licencia pero sabemos que no hay que pasarse”, dice el cordobés. Eso sí, para él, hay un plato que se toma sí o sí cada vez que pasa unos días en su casa. “Llevo tiempo sin comer comida de mi madre y un poquito de salmorejo sí que probaré, aunque no sea temporada de tomate y en verano esté mucho más rico. Pero tengo que probarlo”, asegura sonriente.

En ese sentido, Joaquín Martín señala que la Navidad es época para algún “caprichito gastronómico”, pero “con control”. “La clave está en moderar el consumo. No me importa que coman una carne roja o que picoteen dos trozos de turrón. Mientras sean dos y no doce, todo está en orden”.

En lo que se refiere al ejercicio físico, los jugadores del Ribera Navarra deben realizar ejercicios de intensidad media, ya sea para trabajar resistencia en carrera continua o fuerza con ejercicios de tren superior. “Nos dejan parar por completo un par de días, aunque no me cuesta hacer deporte durante las navidades”, señala Andresito. En ese sentido, Joaquín Martín puntualiza que los jugadores tienen la opción de “cambiar su rutina física por otro ejercicio”. “Si me envían una sesión de ‘Runen su casa. “Llevo tiempo sin comer comida de mi madre y un poquito de salmorejo sí que probaré, aunque no sea temporada de tomate y en verano esté mucho más rico. Pero tengo que probarlo”, asegura sonriente.

En ese sentido, Joaquín Martín señala que la Navidad es época para algún “caprichito gastronómico”, pero “con control”. “La clave está en moderar el consumo. No me importa que coman una carne roja o que picoteen dos trozos de turrón. Mientras sean dos y no doce, todo está en orden”.

En lo que se refiere al ejercicio físico, los jugadores del Ribera Navarra deben realizar ejercicios de intensidad media, ya sea para trabajar resistencia en carrera continua o fuerza con ejercicios de tren superior. “Nos dejan parar por completo un par de días, aunque no me cuesta hacer deporte durante las navidades”, señala Andresito. En ese sentido, Joaquín Martín puntualiza que los jugadores tienen la opción de “cambiar su rutina física por otro ejercicio”. “Si me envían una sesión de ‘Runtastic’ o me dicen que se van a echar un partido de pádel con los amigos, no pasa nada”, afirma. A la vuelta, el día 3, hay partido, por lo que no se puede bajar el pistón.

La recuperación de Estela Navascués

Con menos relax se tomará las navidades Estela Navascués. Inmersa en una larga y costosa recuperación  de una lesión en el metatarsiano de un pie, la atleta tudelana comienza a ver la luz. Si de normal reconoce que las navidades son unas fechas muy malas para los atletas de élite, esta vez deberá redoblar esfuerzos en cuidarse todavía más.

“Tengo un nutricionista que me lleva a lo largo del año y a mí me gusta ser muy estricta con la alimentación, porque influye mucho en la preparación física”, señala. “Aunque es normal comer más de lo habitual y es muy complicado no hacerlo, me controlo bastante y tampoco llego al extremo de llevarme mi propia comida, pesada y medida en cuanto a calorías, como hago en otras épocas del año”, explica.Así pues, cuando pasa unos días en su Tudela natal. Navascués disfruta de algunas comidas que no puede degustar con asiduidad a lo largo del año. El marisco es un ejemplo. “Sé que se pueden comer a lo largo de todo el año, pero en Navidad se consumen más y se preparan con más mimo y lo cierto es que me encantan las gambas, los langostinos y similares”, afirma.

Para la corredora tudelana afincada en Soria, que este año se ha perdido el Campeonato del Mundo de Maratón de Zúrich y trabaja a destajo para volver a coger la forma, hay alimentos y productos que tienen la etiqueta de “prohibidísimos” a lo largo de la Navidad. “Cualquier dulce, turrón, bombones, polvorones... todo eso no resulta nada bueno porque contiene muchas grasas y calorías que cuesta el doble de lo normal quemar. Sería contraproducente en la preparación deportiva”, explica la tudelana.

Sobre el resto, al igual que sus camaradas del fútbol sala, Estela Navascués pone el límite en la cantidad más que en la calidad. “Durante estas fechas también se consume comida que habitualmente está incluida en dietas saludables, como carnes o pescados. Con no excederse es más que suficiente”, cuenta la atleta.

 "Un día 24, un día 31 o un día de Año Nuevo tienen que ser jornadas de entrenamiento absolutamente normales para mí y nada extraordinarias”

Estela Navascués

Atleta tudelana del Team New Balance

Pese a que muchos en su entorno familiar y de amigos pueden disfrutar de algunos días de ‘vacaciones navideñas’, en el vocabulario de Navascués no existe tal término. Por eso, la disciplina en la rutina alimentaria también se traslada al entrenamiento. “Un día 24, un día 31 o un día de Año Nuevo tengo que pensar que me encuentro ante una jornada totalmente normal y nada extraordinaria”, afirma Estela, quien reconoce que “siempre cuesta un poco más” ponerse la ropa de entreno. “El día 25 empiezo hacia las 11 o las 12 de la mañana, porque es normal acostarse tarde en Nochebuena, pero ahí estoy”, señala.

“Mi trabajo, antes de ir a tomarme algo o a una reunión familiar, es lo primero”. Es la frase que resume la actitud de Estela Navascués y de cualquier deportista en un periodo en el que los excesos y las comidas copiosas se pueden perdonar, aunque no en todos los casos.