Sin él, probablemente la Navidad no sería la misma que conocemos en Euskadi y Navarra. De figura algo descuidada pero afable, humilde pero solemne, Olentzero no sólo forma parte de los relatos mitología vasca más arraigada, sino también del imaginario colectivo de pequeños y mayores en las fechas navideñas en muchos lugares. Entre ellos, Tudela. El carbonero más famoso bien se merecía una Asociación de Amigos en la capital ribera.
La entidad es una especie de refundación de la que ya formaban Argia Ikastola, los Gaiteros de Tudela y la peña Beterri, que decidieron formalizarse para dar aún más impulso a los actos relacionados con Olentzero en Tudela. “Queríamos involucrar un poco más a la gente que se encarga de organizar todo lo relativo a Olentzero y, por otro lado, sentar unas bases para conseguir estabilizar el aspecto económico porque con la subvención municipal no llega para montar todo”, señala Fernando León, vicepresidente de la entidad.
Hasta ahora, los tres colectivos trataban de mitigar el déficit creado con la puesta en marcha del desfile del carbonero y los actos paralelos en la medida de sus posibilidades. Ahora, con la cuota de 10 euros anuales, se espera que poco a poco se cree una base económica que permita no pasar apuros.
En el mes y medio que lleva activa la asociación, se ha realizado una campaña de captación mediante el reparto de unos formularios para que todos los amantes de la tradición de Olentzero que lo desearan pudieran colaborar. la Librería El Cole, en la Avenida Santa Ana, es el principal punto de recogida de estas fichas.
Actualmente, hay unos 100 socios inscritos. “Esto nos permite tener un buen colchón de inicio”, señala León, quien detalla que se celebrará una Junta General Ordinaria para rendir cuentas y renovar, cuando proceda, los cargos de la misma. De momento, la acogida ha sido inmejorable.
El arraigo de Olentzero
Uno de los cometidos de la Asociación de Amigos de Olentzero es preservar una tradición como la de la salida del personaje navideño por las calles de Tudela para hacer que las nuevas generaciones lo sientan como algo propio desde bien jóvenes. “Quizás la gente de unas cuantas décadas atrás hemos vivido como mucho más tradicional la llegada de los Reyes Magos, pero Olentzero es, desde hace un tiempo, un clásico en la programación navideña y ha adquirido un arraigo muy importante”, afirma León.
La peña La Teba inició el desfile en el casco urbano de Tudela en el año 1972 y, desde entonces, la afluencia de público ha ido aumentando hasta convertir al acto en el más seguido de la tarde del 24 de diciembre en muchos puntos de la parte vieja de la capital ribera.
Fernando León resalta también el importante papel que se ha ido realizando a lo largo de los años en Argia Ikastola. “No debemos olvidar que la fiesta de Olentzero en la calle está dirigida principalmente a los más pequeños, y es con los niños con los que se tiene que empezar a enseñar qué es Olentzero, cuál es su historia, etc. Los críos son un apoyo importante”, afirma.
“La salida de Olentzero ha pasado por diferentes etapas, mejores o peores, pero ya es un acto esperado y así nos lo transmite mucha gente. Aunque haya gente en la Ribera que lo vea como algo poco cercano, lo cierto es que es un acto festivo y muy bonito para pasar las horas previas a la Nochebuena”, recuerda el vicepresidente de la Asociación de Amigos de Olentzero.
Ante el empuje de otros personajes menos ligados a la tradición local y regional, como es el caso de Papá Noel, desde la asociación apelan a la normalidad. “Es un fenómeno que también gusta a los críos, y ante el que poco o nada podemos hacer”, señala, aunque lanzando una reflexión. “Probablemente, aumentar la presencia de Papá Noel y su aceptación entre los más jóvenes ha costado mucho menos esfuerzo que el que nosotros hemos dedicado a Olentzero, pero eso se debe sobre todo a su tirón y fuerza comercial”, señala León.
Reconocimiento al Grupo Municipal de Danzas
No por su nueva y reciente constitución la Asociación de Amigos de Olentzero resta protagonismo al Grupo Municipal de Danzas de Tudela, al que este año han galardonado con el Premio Olentzero. “Es otra de nuestras señas de identidad. Entregamos el galardón a colectivos o personas que difunden el folclore local, y quién mejor que ellos justo cuando cumplen 50 años llevando el nombre de Tudela allá donde van”, dice León.
