Tudela

Llega la tecnología “wearable”

Los “wearables” o esos dispositivos que permiten llevar la tecnología puesta encima, entre los que destacan relojes y pulseras, se han convertido en una de las apuestas de futuro de fabricantes, distribuidores y usuarios.

Las fronteras entre lo que es un complemento y lo que se convierte en utilidad se han difuminado gracias a la evolución constante de la tecnología. Ahora las apariencias engañan. Cualquiera puede colocarse en la muñeca una pulsera que decore su vestuario o un reloj que dé la hora, sin más molestia que acordarse de llevarlo puesto al salir de casa. Pero también es posible moverse de un lado a otro acompañado por un dispositivo inteligente que sea capaz de hacer ambas cosas, y otras cuántas más. Adosados igualmente a la muñeca, los smartwatches surten a su dueño con información de todo tipo, desde llamadas entrantes y alertas de redes sociales a mediciones de la actividad física.

Un smartwatch es, algo tan sencillo y tan complejo al mismo tiempo, un reloj dotado de inteligencia. Se trata de un producto que entre sus especificaciones luce una pantalla donde mostrar los datos que maneja y otras características que llegan a recordar a las de los teléfonos móviles. De hecho, suelen funcionar emparejados con ellos. ¿Y qué es la wearable technology? Consiste en tecnología que ha sido diseñada para llevar puesta encima y que, por lo general, no abulta demasiado. Por algo se dice que en el trato supone algo así como vestir un ordenador de dimensiones reducidas. Hay gafas que responden a estas premisas. Hay ropa. Hay calzado. Hay anillos. Hay brazaletes. Y hay relojes.

No se trata de un concepto nuevo. Hace una década que una Microsoft comandada por Bill Gates introducía su proyecto SPOT, siglas de Smart Personal Objects Technology, con la pretensión de perfeccionar objetos de corte cotidiano. E, incluso antes, la surcoreana Samsung lanzaba su “watchphone” SPH-WP10, que tuvo secuela en forma de S9110. Sin embargo, no ha sido hasta meses recientes que se ha comenzado a extender el “virus” de lo wearable, de fabricante a fabricante. En la lista de “infectados” continúan apareciendo los nombres de Microsoft y Samsung. Y una de las categorías por las que la industria está apostando con mayor fervor es, precisamente, la de los smartwatches como ha hecho Apple.