Correr la San Silvestre supone para los deportistas habituales una forma divertida y saludable de terminar el año. La de Tudela es la reina de toda la Ribera y la que más participantes aglutina, aunque otras localidades como Villafranca, Fustiñana, Corella, Arguedas, Castejón, Ablitas o Cortes, donde se retomó la celebración de la carrera hace ahora 8 años, la prueba es ya una cita festiva y deportiva consolidada.
Para aquellos que tengan como hábito hacer ejercicio físico y su meta sea completar esta entrañable carrera antes de la Nochevieja, la clave es no parar. Hay que mantener algo de disciplina, sin necesidad de desechar por completo los habituales ‘momenticos’ en los que se puede disfrutar comiendo con familia y amigos. Joaquín Martín, segundo entrenador del Aspil Vidal, incluso da un consejo sobre el modo de entrenamiento. “Recomiendo a cualquiera que aumente en 20 minutos o media hora su tiempo de ejercicio sin subir necesariamente la intensidad. Así es más fácil quemar las calorías de más que se ganan con tanta facilidad”, dice.
La comida, importante
La preparación a lo largo de todo el año no es baladí, ni tampoco controlar un poco la ingesta de comida el mismo día 31. “Lo más importante es comer ligero”, recuerda Estela Navascués. “Un poco de pasta o algo de arroz es suficiente y mejor tres horas antes de correr”, añade la atleta, quien recomienda comerse “un plátano” de 45 minutos antes de que se dé el pistoletazo de salida. “Después, el homenaje en la cena es bien merecido”, dice.
