Tudela

Periodista, concejal en Tudela, fundador de la Peña San Juan y un hombre muy querido

Este año al programa de Santa Ana 2018 se le ha sumado un nuevo homenaje, el del Tudelano Adoptivo a Justo San Martín.

Justo San Martín llegó con 30 años a Tudela y ya son 50 años los que lleva aquí
photo_camera Justo San Martín llegó con 30 años a Tudela y ya son 50 años los que lleva aquí

Este año al programa de Santa Ana 2018 se le ha sumado un nuevo homenaje, el del Tudelano Adoptivo. Viene a ser la antítesis del Tudelano Ausente. Si hasta ahora se homenajeaba al tudelano que lleva años viviendo en el exterior, a partir de este año también se homenajearé al “forastero” que lleva toda la vida en Tudela. Y para esta primera edición la Federación de Peñas ha tenido una docena de candidatos de los que había uno que ha brillado por sí solo: Justo San Martín.

Justo San Martín llegó de la localidad aragonesa de Borja hace 50 años para trabajar en UVESA. “Estaba a 20 kilómetros en línea recta”, explica Justo. A pesar de llevar más de media vida  en la capital ribera no se desmarca de su pasado. “Yo me siento tan navarrico como maño”, explica con una amplia sonrisa.

A Tudela llegó con su mujer Victorina y sus dos primeras hijas: Mª Rosa (por sus dos abuelas) e Inés. Más tarde llegaría una noche de reyes, Reyes, y luego Miguél Ángel y Mª Jesús, “Chus”.

Yo me siento tan navarro como maño

Después de trabajar en UVESA, Justo desarrolló una dilatada carrera como periodista entre Radio Zaragoza y el Heraldo de Aragón durante nada más y nada menos que 40 años. “Son unos cuantos años”, dice mientras muestra sus carnés con un Justo más rejuvenecido. La escritura siempre le ha llamado, y además de en su trabajo, ha escrito poemas que hemos podido leer en anteriores extras como este. 

Justo San Martín

En los 80 fue concejal del Ayuntamiento de Tudela durante dos legislaturas, y en la tercera no salió “por un voto”, recuerda ahora entre risas. Ha sido una persona muy involucrada con las actividades tudelanas, con las fiestas del Barrio y él fue uno de los creadores de la peña San Juan. “Las fiestas de San Juan empezaron a ser fiestas de San Juan y no fiestas de gigantes. Íbamos las mujeres y todos los hombres a pedir dinero para financiar las fiestas”, rememora. 

Hablando de las fiestas, recuerda cómo iba con sus hijos en los 70 “allá donde la ETI vieja a los caballitos. Aquellas fiestas eran mejores que las de ahora”, argumenta. Echando la vista atrás, cuenta cómo desde la peña San Juan organizaban carreras de pollos por la calle. “Nos dejaban los pollos que eran para matar y los soltábamos en la calle de la peña”. Y también trajeron vacas, “hubo una vez que donde está Miguel Magallón, se paró frente al cristal y embistió con tal fuerza a su reflejo que lo rompió”. También trae a la memoria que las ferias se montaban donde esta ahora la parroquia de San Juan. 

La procesión no me la pierdo

Mientras que en fiestas de Santa Ana reconoce que él siempre va de blanco, faja y pañuelico, en Borja aún se animaba a ir con boina, pero aquí en Tudela no. Si hay algo que no quiere perderse nunca es la procesión de Santa Ana, de la que se confiesa un enamorado. “La procesión no me la pierdo nunca y la novena tampoco. Pero me gustan todas las fiestas”, reconoce.

Todavía no está mentalizado del homenaje que le van a dar el próximo 29 de julio en la plaza San Jaime, pero seguro que lo recibirá con el cariño y la alegría que siempre ha recibido y ha dado.