Entre su amplísima colección de anécdotas, José Luis Riega cuenta una que se remonta a los primeros años en los que regentaba el Bar José Luis, su proyecto hostelero personal convertido, décadas después, en auténtica referencia gastronómica de la ciudad. “No andaba bien con los pagos, las facturas... y me tocaron 700.000 pesetas en una de las primeras quiniela de caballos que tuvo lugar en España”, recuerda. Es solamente una de las decenas de historias, siempre con algún punto de humor o socarronería en el relato, que guarda este pamplonés de nacimiento pero tudelano de adopción y corazón que recibirá el homenaje de la Peña Ciudad Deportiva el próximo 26 de julio.
Riega se ha mostrado muy agradecido por el tributo que la peña le rinde, asegurando que es una gran satisfacción. “Lo es, igual que es una satisfacción el ser de esta tierra y el haber podido contribuir a ayudar en todo lo que he podido para hacer cosas por Tudela y los tudelanos”, afirma. Uno de los episodios que mejor resumen su amor por la ciudad y por preservar las costumbres fue la restauración de la ermita de Santa Quiteria, en los años 80. “Me dijeron que a ver qué se podía hacer. Yo confiaba mucho en la gente de Tudela. Hicimos una colecta por las casas de los vecinos y celebramos varios sorteos para recaudar fondos. Al final, conseguimos llevarlos a cabo. Costó 3 millones de pesetas de la época”, cuenta con viveza el Tudelano Popular de este año.
"A veces bailábamos la Revoltosa a las 5 de la mañana en el bar, después de cerrar. Era un trabajo esclavo pero que te aportaba muchísima satisfacción"
José Luis Riega
Tudelano Popular de 2016
Ya jubilado desde hace unos años, admite que sigue frecuentando el emblemático bar que ahora regentan sus hijos. “Ahora soy recadero, bodeguero y hasta barrendero, pero no cobro. Antes no hacía nada de eso y me llevaba las perras”, asegura con humor. Precisamente su jubilación ha cerrado el círculo en su elección como Tudelano Popular de este año. La peña se lo ofreció hace 14 años, pero entonces Riega les emplazó a que esperasen a su retiro profesional. Hasta hoy.
Gran aficionado al fútbol
Además de por los pinchos que incluso se han convertido en patrimonio propio de la ciudad, Riega es conocido por su afición al fútbol y, en concreto, al Tudelano y a la selección española. De hecho, ha viajado para asistir como espectador a cinco mundiales y dos eurocopas. “Este año habría ido a algún partido de la Eurocopa, pero me he quedado por el homenaje”, señaló en su presentación hace unas semanas, no demasiado satisfecho con el juego de ‘La Roja’ que, paradójicamente, caería eliminada en octavos. Con el Tudelano, también ha estado en citas y viajes importantes, que incluso ayudó a sufragar, como uno a Canarias.
En la hostelería
Con una trayectoria de 26 años en el Bar Los Amigos y otros 33 en el José Luis, Riega admite que ha vivido las fiestas “de una manera diferente, detrás de la barra y haciendo un trabajo muy esclavo pero que aporta mucha satisfacción”. “Lo más que hacíamos era bailar La Revoltosa a las cinco de la mañana después de cerrar el bar. Alguna vez hasta aguantaba la madrugada del 26 para ir a ver a Santa Ana la Vieja y luego dormía un par de horas, aunque mi mujer me echaba la bronca porque decía que tenía que descansar más”, afirma.
“Desde que me jubilé he podido vivirlas más, salir a dar una vuelta y disfrutar de buenos momentos”, asegura. Su favorito, como no podía ser de otra manera, la hora del vermú. Así es José Luis Riega, popular de la barra y de la tierra.
