Fitero

Fitero, inspiración de Bécquer

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Algo de especial tiene esta villa a las orillas del Alhama para que el mismísimo Gustavo Adolfo Bécquer, poeta por excelencia de la época del Romanticismo, quedara prendado de Fitero y escribiese dos de sus famosas leyendas: ‘El miserere’ y ‘La cueva de la mora’. Esta última es representada todos los años por los fiteranos atrayendo a gran cantidad de público.

No es difícil de entender a Bécquer al pasear por las calles de Fitero, el paseo San Raimundo y llegar al Monasterio de Fitero, uno de los más importantes de la geografía y de la historia de España.

El origen de esta joya arquitectónica se remonta al año 1.140 y fue el primer cenobio cisterciense que se construyó en la Península Ibérica. No es de extrañar que el propio escritor quedara maravillado al contemplar el único monasterio español con capillas absidiales en cabecera y que fue declarado Monumento Nacional en el año 1.931.

Además del pueblo, Fitero goza de unos bonitos parajes que permiten disfrutar de agradables paseos en bicicleta o a pie, ya sea por el río Alhama, el macizo de las Roscas, o la Cruz de la Atalaya. También cuenta con un paseo perfectamente acondicionado para ir desde Fitero a los Baños, siendo un gran atractivo para todos los turistas.

También son muchos los visitantes que acuden a sus fiestas de San Raimundo el 15 de marzo, a su romería de mayo, su rally o sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Barda a mitades del mes de septiembre.

Horarios de las visitas guiadas

La oficina de turismo de la localidad, situada en la calle De la Iglesia, nº 8, oferta visitas guiadas de lunes a sábado a las 12 h. y domingos y festivos religiosos a las 12.45 h. Las visitas comienzan desde la puerta de la iglesia y cuentan con una duración aproximada de una hora. Es importante concertar las visitas llamando previamente al 948 776 600. El precio de la entrada y la visita es de 3 euros, aunque si el grupo es mayor de 15 personas, las entradas cuestan 2 euros. Debido a las actuales obras del monasterio, la entrada al claustro y a la sala capitular quedan inaccesibles.