Alargar la vida útil de un coche a través de pequeños trucos que nos llevarán poco tiempo es la mejor forma de evitar grandes desembolsos en reparaciones y revisiones. Son sencillos y no supodrán más que un breve gesto.
Proteger la pintura
Rayos del sol, restos de insectos, excrementos de pájaros... Todo esto agrede a diario la pintura. Con una capa de cera se asegura una mayor protección.
Accesorio de protección
Si circulas por autopista con frecuencia, es necesario inspeccionar el frontal del coche, por si las pequeñas chinas que levantan otros vehículo, ya que pueden provocar la oxidación de la chapa. Uan película especial viene bien.
Las tripas, importantes
Sobre todo en los coches con muchos años de uso, el aspecto que ofrecen los huecos no es el idóneo. Se oxidan de fuera hacia adentro con frecuencia y se recomienda un tratamiento con grasas protectoras o cera.
Ojo a las juntas de goma
Los plásticos envejecen por la influencia del medio ambiente y soportan mal el uso de detergente inadecuado. Los renovadores de goma son fáciles de adquirir y su uso mejorará estas prestaciones.
Relacionado con este apartado está la limpieza habitual y a fondo del vehículo, que hará de todo menos perjudicarlo.
Detalles habituales
El nivel del aceite o del líquido anticongelante suponen mediciones obligatorias al menos cada mes o antes de un viaje largo. Es bueno vigilar la presión de los neumáticos con regularidad. Muchas veces, con pequeños toques en el bordillo de la hacer al aparcar, los neumáticos sufren daños en su estructura que pueden derivar en un futuro e inesperado reventón.
