Ripple, una criptomoneda al alza

El mundo digital aumenta su influencia sobre la sociedad cada año y este protagonismo se ha reforzado durante los últimos meses, especialmente en el sector económico
Ripple, una criptomoneda al alza
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El mundo digital aumenta su influencia sobre la sociedad cada año y este protagonismo se ha reforzado durante los últimos meses, especialmente en el sector económico, donde el público confía cada vez más en los activos financieros digitales y el auge de las criptomonedas sigue al alza.

En este creciente papel de las divisas electrónicas en las relaciones financieras destaca la aparición de Ripple (XRP), una criptomoneda con origen en California que se ha especializado en el protocolo de pago, es decir, en mejorar las transacciones económicas que se realizan entre bancos. Su particularidad, y a su vez su atractivo, reside en su doble valor, ya que se concibe como una moneda digital y como una plataforma de código abierto. Esta presencia activa de las instituciones bancarias aporta altos niveles de seguridad y confianza, ya que los bancos están interesados en asegurar su viabilidad. Otro valor seguro para esta moneda es la facilidad que aporta a la hora de gestionar y controlar transacciones comerciales. A nivel particular, esta criptomoneda destaca por su facilidad de conversión con las divisas tradicionales y por sus posibilidades de uso en sitios especializados. Una de las entidades financieras más prestigiosas que se ha asociado con Ripple es el Banco Santander, que ha optado por esta herramienta para realizar gestiones con sus clientes y conectar con otros bancos.

La tendencia que marca Ripple es la que presentan otras divisas electrónicas, que no es otra que la de continuo crecimiento. Prácticamente todos los activos de este tipo han experimentado subidas durante este año. El mayor interés por la economía digital y el creciente consumo de productos de forma online son los principales factores que hacen pensar que esta industria todavía no ha alcanzado su techo y que aún tiene mucho camino por recorrer. La confianza de los ciudadanos hacia los movimientos de dinero a través de plataformas digitales ha crecido a raíz de vivir experiencias satisfactorias y ese miedo por hacer un pago desde el teléfono móvil es cada vez menor. La mayoría de gestiones administrativas se pueden hacer de forma online y esta relación de confianza no sería posible sin los potentes mecanismos de seguridad que ha desarrollado el sector. 

La implicación de los bancos y los intentos reguladores de los Gobiernos también han ayudado a estabilizar el sector de las criptomonedas como una opción fiable y garantista para el público. El aumento de sus posibilidades de uso es otro factor a su favor, pues cada vez más comercios electrónicos permiten este tipo de pago. Además, las criptomonedas ya no se ligan únicamente al Bitcoin, cuyo valor histórico es de casi 13.000 dólares por unidad. La entrada de nuevos activos ha democratizado la industria y la ha acercado a la mayoría de la población, que antes veía esta opción como algo lejano. Otro motivo que explica la mejora de la relación entre el público y las criptomonedas es el surgimiento de sitios webs especializados y aplicaciones móviles desde donde es posible adquirir estos productos financieros de forma ágil y sencilla; sin necesidad de ser especialista en la materia.