España, al igual que el resto de Europa, se enfrenta a un panorama económico complejo causado por la invasión rusa sobre Ucrania. La inflación, que ya alcanza el 10,8% interanual, es la cifra más alta en casi 40 años, y se estima que podría seguir incrementando en el último trimestre.
Ante este incremento constante en los precios, más españoles habrían comenzado a solicitar créditos rápidos como una estrategia para anticiparse a la inflación al realizar gastos importantes. Sin embargo, la cantidad de personas que hacen esto estaría incrementando aceleradamente, obligando al Banco de España a emitir advertencias sobre este tipo de créditos.
¿Qué son y cómo se diferencia?
Los préstamos rápidos, también conocidos como créditos al instante o préstamos instantáneos, son un tipo de financiamiento que se otorga en un periodo inferior a las 24 horas, teniendo como requisitos solo algunos documentos básicos, como un número de teléfono, DNI y una ubicación de residencia en España.
Debido a que son más riesgosos para las entidades, ya que solicitan menos garantías y hacer seguimiento a los solicitantes es más complejo, estos son más costosos que otros tipos de préstamos, con tasas de interés que pueden alcanzar hasta el 4.500% en los casos de usura.
Aunque algunas entidades de renombre, como BBVA y Santander, cuentan con este tipo de préstamos en su cartera de productos, la mayoría de los préstamos rápidos que encontramos en el mercado suelen ser otorgados por entidades alternativas, lo que incrementa el riesgo para los solicitantes.
El peligro y cómo evitarlo
El peligro no surge necesariamente de las tasas de interés altas, sino de la falta de información que existe alrededor de este tipo de créditos, con muchas entidades evitando brindar condiciones transparentes, todo con la finalidad de obtener recompensas mucho mayores a costa de los clientes.
Mientras que las tasas de interés pueden no ser demasiado altas, es posible que la “letra pequeña” esconda condiciones poco beneficiosas para los solicitantes, algunas de estas incluso siendo catalogadas de ilegales por parte de las entidades dedicadas a la protección del consumidor.
Una de las acciones que podemos tomar en cuenta para evitar los peligros que existen alrededor de los créditos rápidos es leer con mucha atención todas las condiciones del financiamiento, acudiendo a profesionales en el área en caso de no sentirnos preparados. Algunos aspectos adicionales que debemos tener en cuenta incluyen conocer las penalizaciones por demora y costos operativos.
Aumento en la demanda de financiamiento "costoso"
Los créditos rápidos no serían los únicos instrumentos financieros "costosos" cuya demanda crece en España, ya que también estaríamos presenciando un aumento en la solicitud de créditos ‘revolving’ en todo el país, según lo informado por el BdE.
El incremento sería del 17,6% en comparación con el año anterior.
Esto se traduce en casi 11.375 millones de euros de deuda emitida a través de este tipo de mecanismo, una leve caída (-0,4%) en comparación con el mes anterior, pero un incremento generalizado en comparación con lo visto en el mercado financiero durante los últimos 10 años.
Los créditos ‘revolving’, al igual que los instantáneos, se están utilizando como una herramienta para hacer frente a la inflación, ya que son más fáciles de solicitar que otros productos financieros. A la par, las demandas en contra de las entidades que los otorgan también incrementan velozmente, con buena parte del financiamiento siendo considerado como “usurario”.
Así, aunque el peligro del financiamiento rápido esté más relacionado con el desconocimiento que con la deuda en sí, es necesaria la emisión de medidas que permitan proteger al consumidor de forma más ágil.
