Ribaforada

“Estamos en una realidad ficticia”

Hablamos con Santiago Sala, de Grupo Apex, para saber cómo ve el presente y futuro de la empresa ribera en esta pandemia.

Santiago Sala Grupo APEX
photo_camera Santiago Sala

A nivel personal, ¿cómo llevaste el confinamiento y el cambio de ritmo que supuso? 

La verdad que bastante bien. En alimentación tuvimos mucho trabajo y la restricción de la movilidad resultó un elemento no tan limitante como se esperaba.

¿Y ahora, en este momento de inicio de un otoño-invierno diferente?

Trabajando con casi normalidad.

¿Crees que esta pandemia va a cambiar nuestro modo de vida y la forma que tenemos de entenderla y llevarla?

Sí. Somos más conscientes de la importancia de la salud y de que en parte es el resultado de acciones personales.

En general, ¿crees que se actuó adecuadamente desde la Administración cuando todo comenzó? 

Pues en general, sí. Era una situación nueva y muy difícil de valorar y acertar con las medidas a implantar.

¿En qué se acertó, en qué se quedaron cortos, en qué pecaron de imprudentes o de lanzados? 

Creo que se quedaron cortos, pero como digo era muy difícil de dimensionar.

¿Y ahora se están sabiendo resolver los retos? ¿Por qué? 

Pues creo que ahora sí hemos pecado de falta de previsión y de tener todos los medios disponibles a tiempo.

¿Cómo ves la economía en este momento de actividad y freno simultáneo con los contagios? 

Tengo una visión muy negativa de la situación. Creo que estamos en una realidad ficticia sujetada por el presupuesto público que en los próximos meses, cuando ya no pueda sostenerse se va a mostrar con toda su crudeza como una crisis profunda que machacará los ingresos de las familias, el empleo y destrozará el presupuesto de las administraciones.

¿Y en vuestro sector en particular?

Nuestro sector alimentario se verá influenciado negativamente por la caída del consumo, la subida de impuestos y otra crisis del sistema financiero.

¿Cómo crees que hay que afrontar este momento y el futuro próximo? 

Con valentía desde el ámbito privado, invirtiendo en crecer y hacerse más fuerte y eficiente y con honestidad desde lo público gestionando con máximo detalle el presupuesto muy mermado en la parte de ingresos.

¿Qué ha echado en falta el empresario en este tiempo a la hora de reconocer su papel en la sociedad? 

Pues lo de siempre... La realidad de que las empresas, grandes o pequeñas, son el único elemento que genera riqueza y sostiene todo el estado del bienestar.

¿Crees que hay demasiada burocracia para las gestiones ante la Administración? 

Sí, pero se está mejorando.

¿Cómo ves al Gobierno Foral, al central y al municipal? 

Superados por la situación y ocupados en gestionar lo mejor que pueden.

¿Hacen un buen seguimiento del déficit que se está produciendo? 

No. Nadie quiere ser el primero en decirle a la gente que la situación es insostenible y que hay que reducir gastos.

¿Están demasiado lejos administradores y administrados? 

No creo que ese sea el problema. Más bien que nos tratan como a niños, diciendo a cada uno lo que quiere oír y evitando debates sobre la realidad que son habituales en otros países, donde el respeto y la exigencia de eficacia hacia el contribuyente es muy superior.

¿La nueva Ley de Teletrabajo está bien planteada? ¿Aporta mejoras? 

Pienso que no era necesaria en absoluto.

¿Qué más falta por hacer? 

Hacer un presupuesto público ajustado a la crisis que está y va a ser larga y profunda.