La próxima declaración de la renta está a la vuelta de la esquina y siempre que se acerca el momento cruzas los dedos para que te salga a devolver. Una declaración positiva hará que tú como contribuyente debas al fisco esa cantidad que no tienes y te puede hacer recurrir a los préstamos rápidos para emergencias, aunque Hacienda te deja financiarla.
Si no quieres pagar más de la cuenta, debes mantenerte ojo avizor, especialmente en el IRPF (impuesto de la renta a las personas físicas). Por esa razón, desde la Organización de Consumidores y Usuarios han elabora una serie de consejos de cara a este nuevo año fiscal, independientemente de la comunidad autónoma en la que residas.
Cinco consejos que no hay que olvidar
Es inevitable no hacerse preguntas para atar todos los cabos sueltos en una declaración de la renta. Actuar con cabeza implica pagar menos o, por el contrario, acabar pagando una serie de impuestos que nunca nadie cree merecerse. ¿Saco ya mi plan pensiones o tengo que esperar? ¿Declaro todas las pérdidas? ¿Me conviene hacer donaciones?...
Estas y otras preguntas son muy habituales cuando se acerca mayo, así que, si empiezas a pensar en ellas ahora, quizá ganes tiempo y tranquilidad. Si ya tienes controladas todas las deducciones que te corresponden (vivienda habitual, las de tu comunidad autónoma…) no pierdas de vista estos consejos:
1. Donaciones con pérdidas
El contribuyente que dona tiene que meter la ganancia conseguida en la declaración de la renta teniendo en cuenta el precio de adquisición y el valor al donar del bien en cuestión. Si la inversión ha perdido valor, no se pueden declarar pérdidas de patrimonio a causa de una donación.
Aunque parezca injusto, es así, razón por la cual desde Inversiones de la OCU sugieren primero vender y después donar en lugar de hacerlo al revés. Así, el contribuyente puede declarar pérdidas y tratar de compensarlas después con ganancias de ese año o de los años sucesivos.
2. Ingresar mucho en un año
Cuantos más ingresos tengas al año, más tendrás que pagar en la próxima declaración de la renta, por lo que hay acciones que debes recapacitar antes de actuar. Una de ellas es esperar un año tras la jubilación para empezar a disfrutar del plan de pensiones que tanto te ha costado conseguir.
Si se acumulan muchos ingresos en un año, es más que probable que suba la factura fiscal, así que, si hay algo que puedas extender en el tiempo, ¡hazlo! Los ingresos, cuanto más esparcidos los tengas, más eficaz para que no te salga una declaración de la renta a pagar.
3. No dejar ganancias pendientes
Cada vez que empieza el año fiscal, es importante revisar bien las pérdidas declaradas hace 4 ejercicios fiscales. La idea es ver cuáles son las que quedaron pendientes para tratar de aprovecharlas cada año intentando compensar unos ejercicios con otros (no siempre es posible, pero compruébalo).
4. Hacer uso del plan de pensiones si no se necesita
No hay una norma establecida sobre cuándo cobrar el plan de pensiones con exactitud. El contribuyente decide cuándo y cómo empezar a hacer uso de ese dinero sin un límite de tiempo concreto. De hecho, se puede combinar la opción de cobrarlo a plazos, en una sola vez o hacer un sistema mixto de cobro.
Es aconsejable tener clara la decisión porque puede subir la cuota a pagar al rescatar el dinero del plan y añadirlo a los demás ingresos obtenidos. Esto implicaría pagar más en el IRPF porque el tipo aplicable sería más elevado. Por eso, es mejor esperar un año tras la jubilación, ya que los ingresos serán menores, aunque se tenga una pensión alta.
5. No tener más pérdidas de las que se compensen
Pérdidas y ganancias se compensan en una declaración de la renta. Solamente si las ganancias son más elevadas se pueden compensan con las pérdidas de otros años. Por esta razón, se aconseja no crear más perdidas de las que se tenga la certeza que se pueden compensar. Estas solo se acumularán mientras que las de otros años caducarán.
