Castejón

“La empresa necesita seguridad para actuar”

Hablamos con Jesús Berisa, de Events Hotels, para saber cómo ve el presente y futuro de la empresa ribera en esta pandemia.

Jesús Berisa
photo_camera Jesús Berisa

A nivel personal, ¿cómo llevaste el confinamiento y el cambio de ritmo que supuso?

Ante esta crisis inédita, ni la sociedad ni el mundo empresarial estábamos preparados para afrontarla. Cuando el 14 de marzo se anunció el estado de alarma y con ello el cierre de todos los establecimientos, tuvimos claro que no era algo pasajero y comenzamos a actuar con rapidez creando un comité de crisis formado por 7 personas para seguir trabajando y seguir atendiendo las incertidumbres de nuestros clientes, proveedores y del propio personal.

Desde el primer momento pensamos en cómo podríamos ayudar en esta situación de dificultad económica pero sobre todo social. 

Así pues, ofrecimos nuestros hoteles e instalaciones para que fueran utilizados y reconvertidos en hospitales en el caso de que se necesitara.

El Villa de Castejón no se necesitó por lo que iniciamos su apertura, con todas las medidas de seguridad incorporadas, para colaborar con los profesionales esenciales (transportistas, cuerpos de seguridad del estado, sanitarios...) ofreciendo servicios mínimos. 

En el caso de El Toro, nos comunicaron que podría ser utilizado por personal sanitario por lo cual, ha estado cerrado y a su disposición hasta que nos confirmaron que no iba a ser necesario por lo cual también procedimos a establecer servicios mínimos para trabajadores esenciales.

¿Y ahora, en este momento de inicio de un otoño-invierno diferente?

Realmente este otoño-invierno va a ser como todos los años, temporada baja en nuestros negocios, si bien es cierto, que este año dadas las circunstancias es previsible que la poca actividad que teníamos, todavía disminuya. En hostelería, durante estos menos siempre tenemos la previsión de menos personal y es tiempo de dar vacaciones. Si bien es cierto que en un año normal, ha existido la temporada alta para compensar estos meses venideros, cosa que en 2020 todo el año ha sido temporada baja.

¿Crees que esta pandemia va a cambiar nuestro modo de vida y la forma que tenemos de entenderla y llevarla?

Esta pandemia ya ha modificado nuestros hábitos de vida. No nos relacionamos, no celebramos, no viajamos de la misma manera que lo hacíamos. La adaptación a la nueva normalidad está siendo muy medida por un lado y llena de incertidumbre por otro.

En general, ¿crees que se actuó adecuadamente desde la Administración cuando todo comenzó?

Creo que la situación fue (y sigue siendo) extremadamente complicada para todo el mundo, una crisis sin precedentes en la que la prioridad, lógicamente se tuvo que centrar en el sistema sanitario. Ningún gobierno del mundo se había enfrentado a algo así y por tanto no existe ningún manual ni protocolo que indique los pasos a seguir.

¿En qué se acertó, en qué se quedaron cortos, en qué pecaron de imprudentes o de lanzados?

Las opiniones en este caso serán múltiples, pero cada uno responderá en función de su negocio. En nuestro caso tuvimos, y seguimos teniendo, un contacto continuo con nuestro gabinete jurídico (asesoría) para actuar siempre bajo la normativa establecida en cada momento. Muchas veces, las implementaciones de esas medidas se han tenido que hacer en tiempo récord ya que en hostelería y turismo los cambios están siendo constantes. 

¿Y ahora se están sabiendo resolver los retos? ¿Por qué?

Creo que todavía queda un camino por recorrer, y como he comentado antes, al ser una crisis sin precedentes, las decisiones que se van tomando son de forma paulatina a la evolución de la pandemia.

Se necesita que nuestros gobernantes nos den certidumbre y adopten decisiones que demuestren que hay un plan. La empresa necesita seguridad para actuar, porque en ello está su rentabilidad y su propia supervivencia.

En todo este proceso las decisiones son claves. Es necesario anteponer las decisiones técnico-sanitarias a las políticas y, por supuesto, es necesario priorizar las de índole económico más que políticas para favorecer una salida acelerada de la crisis.

La administración no puede olvidar que el mantenimiento del empleo lo generamos las empresas y tienen que tomar decisiones para mantener y fortalecer la vida de estas.

¿Cómo ves la economía en este momento de actividad y freno simultáneo con los contagios?

En este sentido hay que ser realista y es innegable que todavía no estamos al final del camino por lo que tendremos que continuar en intentar perder lo menos posible ya que actualmente la rentabilidad en la actividad es similar a tener cerrados los negocios. 

¿Y en vuestro sector en particular?

Tenemos que ser conscientes de la situación a la que nos enfrentamos ya que no es una crisis puntual que afecta a una región, es una crisis global.

Pese a que la situación es dramática, tenemos que ser positivos y vamos a pensar en el medio plazo para ser capaces de cambiar parte del modelo de nuestros negocios de una forma eficaz y seguir tomando medidas proactivas como hemos hecho desde el primer momento y pensando, sobre todo y por encima de todo, en las personas.

Debemos de ser responsables, realizando un servicio de mínimos, para perder lo menos posible, y esperar que a partir de Semana Santa, podamos empezar a tener una recuperación en ventas.

¿Cómo crees que hay que afrontar este momento y el futuro próximo?

Tenemos que ser capaces de transmitir una de las cosas más importantes que todos necesitamos en este momento, seguridad. Por lo tanto, tenemos que afrontar el futuro de una forma prudente para proteger los intereses no solo de la empresa sino de nuestros trabajadores.

Habría que inyectar recursos a las empresas para que éstas puedan atender sus obligaciones a corto plazo y no se produzca una pandemia de carácter financiero

Por último, creo que si no se establecen estímulos del lado de la demanda para incentivar el consumo será muy difícil recuperar el nivel de actividad.

¿Hacen un buen seguimiento del déficit que se está produciendo?

Esta es una crisis de liquidez. Los préstamos avalados por las Administraciones no son suficientes para resolver esta crisis de liquidez, por lo que permitir una moratoria en los pagos de las compañías, de forma menos limitada a como se ha hecho hasta ahora sería beneficioso en el momento actual. Tenemos el ejemplo de la mayoría de nuestros países vecinos aunque ellos, a nivel general, tienen unas cuentas más saneadas.

Por otra parte, las bonificaciones fiscales temporales y extraordinarias ayudarían a resolver el problema de liquidez de las empresas, incluso para aquellas que hayan reducido sustancialmente su actividad como consecuencia de la pandemia.

¿La nueva Ley de Teletrabajo está bien planteada? ¿Aporta mejoras?

Que el teletrabajo ha venido para quedarse es un hecho pero no debemos de olvidar que muchos puestos de trabajo tienen que ser presenciales, en hostelería la mayoría requiere de una atención al cliente in situ.