Las plagas en los cultivos, tanto en campo abierto como en invernadero, son un grave problema que conviene controlar lo antes posible para evitar pérdidas en producción y calidad del producto final.
En Plague, una empresa tudelana fundada por los hermanos Arellano -Gorka, Paula e Imanol- se comprometen a realizar asesoramiento para determinar el tipo de plaga, el estado en el que se encuentra y sus posibles consecuencias y daños.
En 2013 Gorka Arellano dio un giro en su trabajo como enólogo y decidió unirse al proyecto de OCBs (Organismos de Control Biológico) para control de plagas en cultivos que su hermano Imanol llevaba dos años investigando y desarrollando. A ellos se les unió su hermana Paula, que decidió participar como socia capitalista.
Así pues, Plant-e productos naturales S.L. se constituye en el año 2014 con dos líneas de trabajo: Por un lado, Plag-e, que se dedica al control integrado de plagas urbanas de la forma más sostenible, priorizando el uso de trampas físicas de captura y otros medios de control; y por el otro, Plague, que se dedica al control de plagas en cultivos y ornamentales con OCBs autóctonos.
El punto fuerte de la empresa es el control de plagas en distintas especies de árboles y arbustos en pueblos y ciudades, controlando pulgones, psilas y cochinillas en ornamentales de ayuntamientos con varios de sus OCBs: Aphidius colemani y Chrysoperla carnea para control de pulgones en distintos árboles; Anthocoris nemoralis para control de psilas y tigre del plátano; Cryptolaemus montrouzieri para control de cochinillas; y también Anthocoris nemoralis para control de Psila del peral.
Precisamente ayuntamientos como Cintruénigo y Corella han obtenido resultados muy satisfactorios con Plague, que afianza su mercado con los ayuntamientos riberos, además de frutales, viñedos o cebollas, a la vez que se introducen en otros nuevos como es el caso de los invernaderos.
Imanol Arellano colocando una caja de suelta (biocesta) con los OCBs en un árbol ornamental de un parque
Entre las principales ventajas que aporta la implantación de sus estrategias, se pueden enumerar las siguientes: eliminan totalmente el uso de insecticidas en los árboles ornamentales de pueblos y ciudades, evitando el riesgo de contaminación en la población y animales domésticos; ofrecen un control limpio (Residuo 0) sin crear resistencias en las plagas; respetan el medio ambiente; no causan daños, ni deprimen las plantas donde aplican sus OCBs; la aplicación del producto es más económica: se reducen tiempos de personal y se reducen el uso de maquinaria agrícola; y por último, el coste final muy similar a la estrategia fitosanitaria convencional.
Imanol y Gorka cuentan con formación universitaria en licenciatura de biología y enología respectivamente y con una amplia experiencia en el sector. Conocen los problemas que causan las plagas en los distintos cultivos y por ello aconsejan actuar de forma preventiva. “Este es un campo cada vez más demandado por los productores y hay tan poca información sobre el tema, que la investigación y desarrollo de metodologías y procedimientos al respecto requieren un elevado nivel de especialización que nosotros estamos logrando y que hace que seamos muy competentes”, afirman.
De hecho desde el inicio de la empresa hace siete años se ha quintuplicado los volúmenes de facturación y se está pensando en contratar una persona para el año 2022.
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