Ribera

Abel Casado demanda a EDER y a su presidente, Alejandro Toquero

El ex gerente de la entidad ha codemandado a ambos ante el Juzgado de lo Social de Navarra.
Alejandro Toquero, alcalde de Tudela y Abel Casado, gerente del Consorcio Eder
photo_camera Alejandro Toquero, alcalde de Tudela y Abel Casado, ex gerente del Consorcio Eder

El ex gerente de EDER, el Consorcio para las Estrategias de Desarrollo de la Ribera de Navarra, Abel Casado Martínez, ha demandado al ente y a su presidente, el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ante el Juzgado de lo Social de Navarra, tras "solicitar en reiteradas ocasiones explicaciones sobre cuáles eran las razones o criterios objetivos por los que se pretendía prescindir de mis servicios sin que hubiera respuesta clarificadora al respecto que justificara la decisión tomada, manifestando mi disconformidad con la decisión adoptada", según ha indicado en una nota dada a conocer públicamente por Él mismo en el día de hoy.

En la misma, destaca que, "tras el intento de despido como Gerente del Consorcio EDER que sufrí los días 19 y 23 de Noviembre del pasado 2019, a propuesta de su actual Presidente D. Alejandro Toquero", y de ser cesado de su actividad laboral el pasado 16 de Octubre del presente año, ha tomado la decisión de acudir a los Juzgados desde un punto de vista laboral dado que, evidentemente, no comparte la decisión adoptada ni su cese.  

Así, el pasado 17 de Noviembre tuvo lugar la celebración del trámite de conciliación y mediación del conflicto individual -por su despido, daños y perjuicios- ante el Tribunal Laboral de Navarra, ante los representantes de la entidad Alejandro Toquero y el propio Consorcio EDER, sin llegar a acuerdo, razón por la que "he procedido a codemandar a ambos ante el Juzgado de lo Social de Navarra, solicitando el reconocimiento de la relación laboral como común y la nulidad del despido y/o subsidiariamente la improcedencia del  mismo, con las consecuencias legales que de ello puedan derivarse", ha informado esta misma tarde.

La polémica está servida en bandeja laboral con acuse de recibo.

A la clase política actual le parece que puede hacer y deshacer a sus anchas, y esto ya no lo puede admitir una sociedad moderna y abierta.

Ahora bien, sin duda, la improvisación a que estamos sometidos la vamos a pagar a escote.