Sufriendo como todo equipo que se faja en la pelea por salir de la zona baja, pero dejando claro que el cambio de rumbo con Mandiola es evidente. Esas sensaciones ha dejado el Tudelano en su victoria frente al Getafe B (1-0), un rival directo en la lucha por la salvación. Pese a ganar por la mínima y bajar exageradamente el pistón en una recta final no apta para corazones blandos, el triunfo le permite a los blanquillos abandonar el puesto de promoción de permanencia y colocarse con 27 puntos.
Obligado a hacerse fuerte como local, el conjunto ribero soltó las amarras con decisión en el inicio del partido. El Getafe B se partió la cara a pecho descubierto, y la pelea por tener el esférico fue reñida y disputada. No obstante, el peligro se atisbaba más evidente del lado local. Lalaguna ya avisó con un remate de cabeza tras una falta colgada por Víctor Bravo, pero cuando el cortesino celebraba su gol, el colegiado lo anulaba por fuera de juego. Apenas habían pasado diez minutos y el pálpito generalizado en el viejo Elola no podía ser más esperanzador.
Zaparain respondió con algo de dificultad a un disparo de Ian justo después del arreón inicial. No obstante, los azulones apenas inquietarían al meta zaragozano en la primera mitad. Remando sin descanso, los locales arañaban metros y generaban situaciones peligrosas en tres cuartos de campo. Ambas bandas funcionaban en las jugadas de ataque, gracias al habitual despliegue de Delgado y a un punzante Víctor Bravo, que se encuentra cada día más cómodo cayendo desde la mediapunta flanco izquierdo. A Álex le fallaba la pólvora en los momentos decisivos, pero antes de la media hora, el equipo de Mandiola por fin iba a hallar la recompensa buscada con insistencia.
Un pase de la muerte de Víctor Bravo, tras culminar una cabalgada espectacular, no acertó a engancharlo Álex justo delante del portero getafense. Quien sí llegaría como 'Pedro por su casa' en el segundo palo sería Fernando Esparza. El '10' local empujaba el balón a placer y levantaba a la grada. Los de Mandiola aguantaron el 1-0 hasta el descanso mostrando la convicción de que había que ir a por más. Esas ganas no las perderían los riberos en el segundo tiempo, aunque, como pasó ante el Atlético B, su empuje se desvanecería progresivamente.
Ficha técnica
TUDELANO: Zaparain; Delgado, Nandi, Jonathan, Lalaguna, Lumbreras (Marcos Martín, m.77); Óscar Reche; Esparza (Borja Herrera, m.73), Damián (Sebastián, m.65), Víctor Bravo; y Álex Sánchez.
GETAFE B: Galván; José Ruiz, Carlos Martín, Forniés (Toni, m.81); Ramón Arcas, Álex Felip; Javi Navas, Ivi (Grande, m.55), Jorge; e Ian (Sáez, m.85).
ÁRBITRO: Rebollo López (Colegio Catalán), asistido por Molgo y Rodríguez. Amonestó por el Tudelano a Álex Sánchez, Damián y Lumbreras. Por el Getafe B, a Carlos Martín y Ramón Arcas.
GOL: 1-0, m.27: Esparza.
INCIDENCIAS: Cerca de 800 espectadores en el Ciudad de Tudela. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador y ex seleccionador nacional Luis Aragonés.
La lógica que llevaba consigo el resultado favorable hizo que el conjunto blanquillo diese un paso atrás. El Getafe B, conducido con buen tino por un incisivo Javi Navas y un sobrio organizador como Ramón Arcas, salía con el balón jugado y se plantaba poco a poco en las inmediaciones de Zaparain. Mandiola reforzó la medular poniendo a Sebastián en el doble pivote junto a Óscar Reche mediado el segundo periodo, aunque la maniobra sólo serviría para apuntalar el trabajo defensivo que cada vez era más intenso. El murchantino estuvo más preocupado de taponar a aquellos jugadores azulones que se ofrecían al pase que de manetenr una poesisón que, para preocupación de Mandiola, había pasado a manos visitantes de forma alarmante.
Los últimos minutos se convirtieron en un martirio, haciendo temer por la preciada ventaja, y en cierto modo trasladando la vista atrás a la maldición que el Tudelano parece haber contraído en los tiempos de prolongación. Pese a no generar remates claros, el Getafe B sí que asustaba tocando con paciencia y obligando al conjunto local a correr detrás del balón y recurrir a balones largos para oxigenarse. El público del Ciudad de Tudela pudo ver los primeros minutos del fichaje Borja Herrera. El extremo canario defendió más que atacó, aunque dejó detalles de fuerza y potencia en dos carreras por la banda que terminaron en centros algo forzados y sin receptor. Con un último esfuerzo agónico, los jugadores del Tudelano suspiraron de alivio con el pitido final, y celebraron con gritos de rabia la victoria camino de los vestuarios.
