Pamplona/Iruña

Tudela, ciudad del siglo XXI

Estructura urbana y plan general de ordenación.

El término municipal de Tudela, con sus 21.567 Ha. es uno de los más extensos de Navarra. Por otra parte, la ciudad supera ya los 33.000 habitantes y su equidistancia con Logroño, Pamplona, Soria y Zaragoza la ha convertido en capital funcional de una amplia comarca, en la que se significa como centro comercial, industrial y de servicios.



Su situación es privilegiada: en una fértil vega regada por el río Ebro, en el encuentro entre los ejes del Ebro y Madrid-París y en las cercanías de importantes vías de comunicación (autopistas, ferrocarril, …). Cuenta con un patrimonio histórico, cultural, natural y paisajístico relevante, con elementos de interés, entre los que destaca el entorno fluvial del Ebro, que además de ser un elemento clave de la región y de su estructura económica, constituye un corredor ecológico de primer orden.

Mejora de la calidad urbana y sostenibilidad.

El crecimiento de la ciudad está previsto dentro del área delimitada por la N-232 y el antiguo trazado del Tarazonica. Fuera de estos límites únicamente se contemplan desarrollos urbanos para usos industriales (al oeste) y de servicios (al sur). El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que fue aprobado en 1991, ha cumplido ya su ciclo de vida, pero su agotamiento no implica que haya escasez de suelo para edificar, cosa que no ocurrirá a corto ni a medio plazo por el suelo residencial urbanizado en el entorno del Queiles, quedando también por urbanizar el sector Gardachales.



En cualquier caso, se hace imprescindible la Revisión del Plan General, que lleva casi una legislatura paralizada, a la espera de una decisión sobre el futuro trazado de la vía del tren y de la localización de la estación, que condicionan en gran medida la Tudela del siglo XXI. Estas y otras cuestiones deben ser objeto de debate y reflexión en el marco de los trabajos de la Revisión del Plan, que tienen que estar orientados fundamentalmente a propiciar la regeneración de la ciudad y a su desarrollo equilibrado y sostenible.



Afortunadamente actuaciones como la eco-city con campo de golf no salieron adelante y fueron reconvertidas en otras que hacen ciudad, como el proyecto Lourdes Renove, cuya filosofía nace de la necesidad de reutilizar la ciudad existente, en la que deben buscarse oportunidades para conseguir nuevas zonas verdes, nuevos espacios libres y nuevos equipamientos. El nuevo Plan debe dar un salto cualitativo a este respecto, siendo necesaria también la redacción de un Plan Especial para el barrio de Lourdes.



Sería importante que la Revisión del Plan fuera abordada con un talante abierto y multidisciplinar, teniendo en cuenta que la participación es cada vez más un factor esencial en la práctica urbanística y que el local es el ámbito más adecuado para hacerla efectiva. En consecuencia todo el proceso debería ir acompañado de otro paralelo de participación, tal vez con una o varias mesas sectoriales, que el Ayuntamiento debe guiar y coordinar.

Es innegable que cuestiones como la racionalización del tráfico y la mejora de la movilidad, la reurbanización amable del centro de la ciudad, el control de los ruidos, la preminencia del peatón sobre el automóvil y del árbol o el césped sobre el asfalto o el hormigón, … son imprescindibles para mejorar la imagen de la ciudad, así como la calidad de vida de los ciudadanos.



En este sentido el Casco Antiguo es un área de especial valor, con un tejido urbano de interés en el que destacan algunos edificios monumentales. Sin embargo en él se manifiestan problemas de exclusión social y la poca permeabilidad existente entre el casco y el resto de la ciudad ha producido un serio deterioro en algunas zonas del mismo, como la del entorno de la Magdalena y la de la calle Terraplén, junto al talud de la vía del tren.



Debería apostarse por una gestión activa del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI), dotándole de un carácter prioritario, desarrollando sin más demoras algunas de las unidades de ejecución previstas en el mismo y unificando en un único Departamento, Concejalía u Oficina a todo aquello que lo concierne: vivienda, comercio, servicios, equipamientos, turismo… Quizás fuera suficiente con la creación de una Mesa del Casco Antiguo, con representantes de todos los sectores implicados.



Tal vez uno de los aspectos más negativos de la vida ciudadana sea a día de hoy el del tráfico, por lo que es imprescindible la realización de un estudio serio de movilidad en todo el casco urbano, analizando la necesidad del uso del vehículo privado en Tudela, la posible ubicación de aparcamientos en las cercanías del centro y propiciando la existencia de cuando menos dos ejes peato-ciclistas: norte-sur (Casco Viejo, Fontellas) y este-oeste (Queiles, Ebro) que deberían completarse con un anillo periférico.



Otra gran cuestión es la calidad ambiental de la ciudad, quizás una de sus asignaturas pendientes: Tudela debería dar ejemplo de sostenibilidad en su desarrollo y desde este punto de vista siempre se ha echado en falta una Concejalía específica de Medio Ambiente, dotada con personal cualificado y suficiente. Además este criterio debe incorporarse como básico en la Revisión del Plan General, recuperando proyectos no muy conocidos pero de gran trascendencia, como la Agenda 21 Local y el Plan Especial del Ebro.