La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica que afecta a un 6%, como media, de la población española. En la actualidad la padecen 3 millones de ciudadanos.
Si la diabetes no es seguida con un buen control se desarrollan, en un periodo de tiempo más o menos largo, complicaciones producidas por el mantenimiento de unos niveles de glucosa en sangre anormalmente elevados. Una de estas complicaciones es el llamado Pie Diabético, que consiste en la alteración producida en los pies del paciente diabético por causas generalmente neurológicas previo desencadenante traumático a una lesión o ulceración. La diabetes no controlada de manera adecuada disminuye el riesgo sanguíneo y la sensibilidad nerviosa, lo que aporta un mayor riesgo de sufrir heridas, que son de lenta y difícil curación por lo que cuentan con gran peligro de infecciones, que desencadenan una posterior amputación.
En la Declaración de Saint Vincent, en la que se marcaron diversos objetivos para la población con diabetes, destaca la reducción de amputaciones en un 50%, ya que entre el 15 y el 20% de las personas con diabetes acaba sufriendo amputaciones en sus pies. En nuestro país la prevalencia del Pie Diabetico, según un reciente estudio del Ministerio de Sanidad y Consumo, se sitúa entre el 8 y el 13%.
Debido a estos datos, la Federación de Diabéticos Españoles, siendo conscientes de los elevadísimos gastos que genera en el Sistema Sanitario de España la atención de la Diabetes Mellitus y de sus complicaciones, han comenzado una campaña en la que piden a las autoridades el cumplimiento del artículo 43.2 de la Constitución Española que dice: ”Competen a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones de los servicios necesarios”. Por lo que creen necesario que la Seguridad Social asuma entre sus prestaciones la atención podológica al paciente diabético.
