Tudela

Para quienes más lo necesitan

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La Navidad es una de las fechas más propicias del año para que afloren los sentimientos de solidaridad para con las personas que menos tienen. Sin embargo, aunque estos pequeños gestos navideños pueden estar bien, lo cierto es que no son suficientes para ayudar a ciertos colectivos que lo que realmente necesitan es un apoyo durante todos los días del año.

En este sentido, la capital ribera tiene un Servicio Municipal de Atención para Personas Transeúntes, en el que se intenta dar una pequeña ayuda a todo el que la solicita. Este servicio, que se prestaba anteriomente desde Cáritas, pasó a ser competencia del área de Bienestar Social del Ayuntamiento a comienzos del año 2006. Y desde esta fecha, son cuatro las personas encargadas de que todo funcione diariamente, además de algunos voluntarios que también colaboran en el centro. Según afirma su responsable, Ángel Espiño, “este es un trabajo que tiene que gustarte, porque si no sería muy difícil venir aquí todos los días, ya que hay algunos en los que sales totalmente hundido de ver que no has podido ayudar a alguien. Otros, en cambio, es un trabajo muy gratificante, sobre todo cuando consigues solucionar los problemas”.

El local en el que se presta este servicio, ubicado en el Paseo del Queiles, permanece abierto, prácticamente, durante todo el año, de lunes a viernes durante 12 horas ininterrumpidas, desde las 9 hasta las 21 horas; y también los sábados, de 9 a 14 y de 19 a 21 horas. El objetivo que se persigue con este horario continuado es que las personas que solicitan este servicio puedan quedarse en el local a lo largo del día y no tengan que estar por la calle. Durante todo el tiempo que permanecen allí, los responsables del centro les facilitan la comida y la cena, además de una serie de tareas que se realizan en el taller, como el montaje de pequeñas piezas, y por las que cobran un “sueldo” simbólico de 8 euros. Según explica Espiño, “este trabajo en el taller es una forma de poder estar con ellos y conversar mejor sobre lo que les preocupa, ya que muchos vienen aquí con problemas de alcoholismo, drogadicción o son personas que proceden de familias desestructuradas y nosotros tratamos no sólo de proporcionarles comida y un lugar en el que estar, sino también ayuda para su reintegración social”.

Nada especial por navidad

Por otro lado, una de las condiciones que hay que cumplir para poder acceder a este servicio es que tan sólo se puede hacer uso de él una vez cada tres meses. Asimismo, los usuarios deben cumplir también una serie de normas en lo que respecta a la higiene y el comportamiento. Y por otro lado, desde el centro, se cuidan también mucho los aspectos relacionados con la salud ya que, “cuando llega alguna persona enferma, se le manda al centro de salud y es el propio servicio el que costea las recetras”, señala Espiño.



Generalmente, la media de usuarios de este servicio ronda las 5 ó 6 personas, aunque también se puede dar el caso, tal como apunta su responsable, “de que se nos junten hasta 20, como nos pasó hace poco”. Y en cuanto a las cifras globales, entre los meses de enero y noviembre de este año pasaron por el centro 1.500 personas.