El Tudelano no endereza su rendimiento como local en la que parecía una segunda vuelta esperanzadora. De tres partidos en el Ciudad de Tudela, van un triunfo, una derrota clara y el empate sin goles de este domingo ante la Arandina (0-0). Sin duda una buena ocasión perdida para recuperar sensaciones jugando en casa, frente a un rival acuciado por el cada vez más real peligro del descenso. Pese a tener cuatro ocasiones claras, los de John Clarkson no han pasado de la igualada en un duelo en el que el fortísimo viento ha condicionado absolutamente el desarrollo del juego. Ni sin el escocés ni sin él en la banqueta parece que las cosas hayan cambiado demasiado.
El inicio del duelo fue prometedor para los blanquillos, que en los primeros minutos tuvieron varias llegadas muy claras hasta el área de Nacho Zabal. El portero de Alfaro, que incluso mostraba signos de cojera en algunos momentos, ha sido el gran protagonista de su equipo salvando los acercamientos más peligrosos del equipo local. En la primera intentona, Lizarraga mandaba primero el esférico al palo derecho y, después, al encontrarse casi sin querer con el rechace, fallaba inexplicablemente con todo a favor. Pocos minutos después, prácticamente la misma situación se repetía, esta vez con Ibai Ardanaz de protagonista. El mediapunta primero se topaba con Zabal tras golpear forzado y después con el despeje de la zaga burgalesa.
Mucha emoción y buenos minutos ofensivos del Tudelano, que se aprovechaba de los visibles temores de un adversario que no pasa su mejor momento. Pero perder la oportunidad más certera de 'herir' al contrario se paga. Y, después de la última ocasión de cabeza de Lizarraga, el Tudelano lo pagó con unos minutos finales de la primera parte que devolvieron el tedio y el aburrimiento a una grada también azotada por la ‘ciercera’. Ni siquiera el micrófono de ambiente que había colocado el equipo de la televisión de pago Movistar Plus para hacer un seguimiento al mediático Clarkson aguantó en pie. Un incordio de viento.
En la segunda mitad, Jiménez tuvo que entrar sustituyendo a un lesionado Javi Cabezas. El riojano fue precisamente el protagonista, a un cuarto de hora del final, de la otra gran oportunidad del choque para abrir el marcador, pero su buen disparo raso lo detuvo un inspirado Zabal estirando como si fuese de goma su brazo diestro. Un paradón. Eso fue al final, porque, entre medias, ninguno de los dos equipos fue capaz de hilvanar una jugada con sentido o con algo de intriga.
Babalola, uno de los fichajes de invierno del Tudelano, entró al campo con ganas en la recta final, intentó desbordar y correr, aunque se le vio algo desnortado e incapaz de evitar sus constantes fueras de juego. Para colmo, fue el Tudelano el que acabó sufriendo. Y no poco. A un minuto de que se cumpliera el 90, el delantero visitante Edgar se plantó solo ante Pagola y le superó con un punterazo sutil. Por fortuna para el conjunto navarro, el baló avanzó lentamente, con suspense, pero se encariñó con el poste y prefirió dejar lo de los goles para otro día. Habría resultado a todas luces injusto perder, aunque el Tudelano sigue de momento manteniendo los mismos síntomas de impotencia y efectividad cuando juega rodeado de su público.
Ficha técnica
TUDELANO: Pagola; Delgado, Lalaguna, Corral, Juanmi; Lázaro, Chema Mato; Javi Cabezas (Jiménez, m.46), Lizarraga (Iñigo Ros, m.60), Ardanaz (Babalola, m.72); y Ion Vélez.
ARANDINA: Zabal; Edu Payá, Trigueros, Garcés, Nacho; Saúl, Ramírez; Portero (Álvarez, m.78), Arroyo (Noche, m.80), Ruba (N'Doye, m.63); y Edgar.
ÁRBITRO: Muñoz Pérez (Comité Valenciano), asistido por Martínez y Roríguez. Amonestó por el Tudelano a Delgado y Ion Vélez.
INCIDENCIAS: Unos 400 espectadores en el Ciudad de Tudela. Tarde muy desapacible.
