Una treintena de corredores del Club de Atletismo Inferno de Alfaro y del Club Atletismo de Corella participaron en la Subida a Grávalos, cita que han convertido en tradicional en la última mañana dominical del año desde 1995.
Pese al frío y el viento que les acompañó, completaron un recorrido de 26 kilómetros que inició el 27 de diciembre de 1995 el alfareño Francisco José García dentro de su preparación para el Maratón de Barcelona, para lo que hizo este entrenamiento de larga distancia. Al año siguiente repitió y se le unió su hermano Fernando; en las siguientes ediciones se fueron sumando otros corredores alfareños.
Unos días después de la del 2005, y con esa prueba como germen, el 30 de diciembre de ese año, este grupo fundó el Club Inferno. Con el CA Inferno instaurado, la participación ha ido creciendo año tras año.
Como acompañamiento, los corredores cuentan con el soporte de logística y avituallamiento de amigos en vehículos. En esta edición ha colaborado el Hotel Balneario de Grávalos, que ha permitido el uso de sus instalaciones a los participantes de la prueba.
