El periodo comprendido entre los días 30 de abril y 11 de mayo se ha caracterizado por la presencia de precipitaciones generalizadas, temperaturas por debajo de las medias históricas propias de esta época y predominio de viento norte con fuertes rachas en algunas jornadas. La llegada de precipitaciones y tiempo más fresco ha sido muy bien recibido por los cultivos cerealistas, que se encuentran inmersos en plena floración y formación del fruto, mientras que en regadío se ha producido una ralentización en el desarrollo y recolección de los cultivos.
Así, cebadas de La Ribera, sur de Navarra Media y Tierra Estella se encuentran en plena formación de grano (en estadio de grano lechoso y con la planta comenzando a tornar a tonos amarillentos). En el Norte de Navarra Media, Tierra Estella y la Cuenca de Pamplona y Pirineos, las cebadas finalizan espigado y se encuentran inmersos en plena floración.
En cuanto a incidencias, las lluvias y el fuerte viento que se ha registrado estos días han provocado algunos encamados en parcelas de cebada principalmente. A su vez, las condiciones climáticas presentes favorecen la incubación de enfermedades foliares como rincosporiosis en cebadas o roya y septoria en trigo.
