Tudela

“La rehabilitación es el presente”

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Crisis inmobiliaria

Desde 1986, la Oficina de Rehabilitación de Viviendas y Edificios de la Ribera de Navarra asesora a los ciudadanos para que saquen adelante sus proyectos de rehabilitación. En sus inicios, al amparo de los Cascos Viejos de las ciudades, que estaban bastante deteriorados por el paso de los años, nació una iniciativa en toda España para intentar salvar las zonas más antiguas de las localidades. Ahí es donde nacieron estas oficinas. En Navarra concretamente se crearon en Pamplona, Estella, Tafalla y Tudela. Esta última se situó precisamente en el Casco Viejo, “aunque no sólo prestó servicio a esa zona, sino que nació con la idea de salvar y proteger cualquier actuación de renovación de viviendas antiguas”, detalla el director de la oficina, Miguel Carasusán.



Después de casi 25 años de funcionamiento, se ha modificado la filosofía de la oficina, ya que en sus inicios sólo pensó en el Casco Viejo y en casas antiguas, mientras que en la actualidad se incluyen proyectos de reforma y renovación de todo tipo de viviendas, siempre con cierta antigüedad. Actualmente, la oficina atiende a un total de 25 municipios riberos, que suponen unos 100.000 habitantes.



Las tareas fundamentales de ORVE pasan por el asesoramiento a los ciudadanos que quieren afrontar y sacar adelante una rehabilitación. Su labor es de ayuda en temas más difíciles de llevar por las personas que quieren renovar una vivienda. “Les indicamos qué pueden o no pueden hacer en sus obras, qué recomendamos, qué es lo que entra en ayudas y lo que no”, explica Carasusán. Los miembros de ORVE se encargan de preparar toda la documentación precisa para tramitar los expedientes, así como de tramitar las ayudas procedentes tanto del Gobierno de Navarra como de los Ayuntamientos. El objetivo fundamental de la oficina es impulsar la rehabilitación e intentar que las personas que la acometan tengan las máximas ayudas y asesoramiento.

Áreas preferentes

Es la actual situación económica la que ha propiciado un importante aumento de la rehabilitación. “La crisis tiene su parte negativa y es que la situación es mala para todos; pero la parte positiva es que la rehabilitación ha subido de manera muy fuerte, con el consiguiente descenso de obra nueva”, explica el director de ORVE.



Otra de las causas fundamentales del repunte de la rehabilitación en toda España es, en palabras de Carasusán, “la tendencia que se está dando en toda Europa, donde ya ocurría esto hace muchos años. Ahora estamos más en la línea europea y pensamos en sostenibilidad, reciclaje, reducir, reutilizar. Simplemente los tiempos se han adaptado a lo que estaba ocurriendo desde hace tiempo a nuestro alrededor. El cambio de mentalidad ha permitido que una persona valore más una casa antigua bien renovada que puede dejarse en unas condiciones perfectas, igual que una totalmente nueva, pero con ese sabor diferenciado que le da la antigüedad”.

Datos en la Ribera

Existen una serie de Ayuntamientos riberos que consideran a sus Cascos Viejos como áreas de rehabilitación preferente. Éstos son los de Tudela, Corella, Cintruénigo y Villafranca, que cuentan con un casco histórico especial y con unas ayudas municipales propias. “Generalmente estos municipios eran de tradición rehabilitadora, pero la tendencia en los últimos tiempos es que los pueblos grandes bajen un poco, por el tema de la crisis, mientras que los más pequeños aumenten. Esto puede ocurrir porque es más fácil acceder a una vivienda antigua a precios asumibles y con buenas ayudas en localidades más pequeñas”, explica Carasusán.

Futuro

Los expedientes tramitados en los últimos años en los municipios riberos han aumentado considerablemente. Si la media era de unos 150 expedientes al año, en el 2010 podrán superarse los 500 expedientes tramitados por la oficina. “Un año muy importante fue 2008, en el que se dio un repunte de tramitaciones llegando casi a los 200. Lo mismo ocurrió en 2009, año en el que se tramitaron más de 300. Y en este 2010, a falta de los últimos meses del año, estoy seguro que batiremos el récord”, explica el director de ORVE.



Lo mismo ocurre con las ayudas otorgadas a los ciudadanos, que han ido evolucionando y creciendo en los últimos 25 años. “Concretamente, en los últimos dos o tres años las ayudas del Gobierno de Navarra han crecido mucho”. Si en 1990 la subvención total en la Ribera ascendió a 38.870 euros, ya en el año 2000 subió hasta los 746.956 euros. El año pasado estas ayudas ascendieron nada más y nada menos que hasta los 2.226.324 euros en la totalidad de los municipios riberos.