También en los equipos modestos, de pueblo, surgen ídolos que calan tan hondo en la afición que parece imposible no verles vestidos de corto. Iñaki Recari se ha ganado el derecho a entrar en esa categoría de clásicos del fútbol ribero y, en particular, en la historia del CD Cortes. Toda una vida en el club de su pueblo da para mucho. Hace unas semanas, el Ayuntamiento le tributó un homenaje, emotivo y multitudinario, agradeciéndole su contribución deportiva y humana en el municipio. Aún le pica el gusanillo, pero ha tenido que dejar de jugar. Lo echa de menos.
Las obligaciones familiares y laborales le han hecho tomar esta decisión.
Sí, era cuestión de tiempo. Siempre solía decir que me veía jugando hasta los ‘treintaymuchos’, pero ha surgido así y creí que había llegado el momento. Ahora vivo en Valtierra, tengo una hija pequeña y hay que dedicarle tiempo a la empresa.
¿Llevaba meditándolo algún tiempo?
Ya en estos últimos meses me lo fui planteando. Si dejaba de hacer cosas en el trabajo por ir a entrenar, me sentía mal. Lo mismo si era al revés o si llegaba tarde al entrenamiento, algo que me pasaba muchos días.
¿Cuántas temporadas han sido en el club?
No sé ni cuántas, se me van los cálculos. Pero toda la vida, desde que era un niño en alevines hasta que he cumplido 31 años. Sólo salí un año a probar al Tudela 1999. El resto los he pasado aquí y no sólo de niño. De adulto he jugado en Primera Regional, en Preferente y en Tercera.
¿Cuál es el momento más especial que recuerda? ¿Quizás los partidos de ‘playoff’ a 2ª B en 2013?
Ese fue muy bonito, porque esos partidos es muy difícil jugarlos, por el viaje a Vigo... pero recuerdo muchísimos momentos especiales en la etapa de Regional, jugando con amigos de toda la vida y en un ambiente espectacular.
¿Con qué se queda de todo este tiempo?
En lo deportivo, habría que confirmarlo, pero estoy casi seguro de que no me han expulsado nunca en un partido. Y, más allá de las experiencias deportivas, me quedo con todos los grandes amigos que he hecho. Amigos de verdad que quedarán para siempre.
¿Alguno en especial?
Muchos, no me gustaría dejarme ninguno. Todos los amigos con los que he crecido y jugado en Cortes y otros de fuera, como Rubén Suberviola, Juan Lizar, Mario Zardoya o Ricardo Viamonte, con los que también he hecho una gran amistad. Pero son muchos más, no quiero ser injusto porque me estoy dejando a muchos...
¿Cómo ve al Cortes de cara al futuro?
Con buena salud deportiva e institucional. Ojalá que los jóvenes cojan el relevo de los veteranos de ahora.
