Hermanos Acereda, pasión por el running

Desde bien pequeños los hermanos Acereda, Leticia e Iván, han estado ligados al deporte. Ella empezó con la gimnasia rítmica e Iván con el taekwondo. El patinaje y la natación ya los practicaron juntos. Iván reconoce que "vas practicando diferentes deportes hasta que al final das con la tecla de lo que te gusta".

La vida de estos dos hermanos no se entendería sin la del otro y viceversa. "Yo hacía lo que la hermana mayor hacía y me ganaba en todo", rememora Iván. Un punto de inflexión para ellos fue conocer a Alberto Cebollada. "Fue el que nos inspiró en el deporte", reconocen ambos hermanos. Estaban en el equipo de natación y antes de nadar se iban a correr. "A mí se me daba mejor esa media hora que luego en el agua", recuerda Iván. Así que decidió pasar de la natación al triatlón y luego al atletismo. "Es lo que se me da bien", explica convencido.

Tras su periodo universitario -Leticia estudió Derecho y LADE en Pamplona- retomó el atletismo como hobby. "Era una forma de liberación, de hábito saludable y sus ventajas son tanto físicas como mentales", dice. Mientras tanto, su hermano estudiaba INEF en Vitoria, por lo que mantenía esa estrecha vinculación con el deporte.

Pero es en los últimos tiempos cuando ambos intensifican su actividad atlética. Leticia lleva corriendo desde el 2012 y estos últimos meses ha sido cuando ha dado un paso adelante motivada por su hermano. "Él es quien nos ha motivado a mi marido y a mí a mejorar en el día a día y a marcarnos objetivos", dice. Iván le propone salir a entrenar con "calidad" y es ahí cuando se han dado cuenta del gran potencial que tiene Leticia como atleta. En la última Behobia fue la primera navarra y 13ª mujer, aunque su hermano le dice que podía haberla hecho mejor. "Si te quedaste así sin prepararla, preparándola...", le espeta.

En el caso de Iván, su profesionalidad le ha venido dada por los resultados. "Mis resultados veníana cada vez mejores y me he convertido en una persona muy metódica y propfesional", dice. Tanto es así que desde hace dos años es federado y en la actualidad entrena todos los días de la semana y cinco de esos días, dos veces. Cuando entrena mucho hace entre 170-180 km semanalmente. "Cuando llega la competición metemos más calidad y menos kilómetros, unos 110-120km. Para llegar a este nivel es lo que tengo que hacer", explica. Y lo cierto es que tanto entrenamiento está dando sus resultados. Recientemente se clasificó el 12º de España y Portugal de entre 2.000 atletas en una carrera en Braga (Portugal), donde logró hacer 29'40'' en la prueba de 10.000 metros.

Iván quiere ir paso a paso y sin ningún tipo de barrera, "hasta donde llegue". A este ritmo y con el trabajo y tesón que tiene quién sabe si dentro de poco lo veremos participando en un mundial. Mientras tanto, ya compite entre los mejores y a un gran nivel. 

Y si importante ha sido la figura de Alberto Cebollada para estos dos hermanos, también lo ha sido la de sus padres y la del marido de Leticia, Igor Jacoste. "Siempre han estado ahí, siguen viniendo y es un apoyo inmenso", dice Leticia. "Es muy importante rodearte de gente que te apoye y siempre que hay un momento de bajón apoyarte en ellos porque así se sale", apuntilla Iván. Al final se ha convertido en un hobby familiar porque Igor también compite con ellos y sus padres les acompañan en los viajes. 

Más allá del atletismo

Cuando se quitan las zapatillas de correr, Iván ha sido profesor de Educación física en el Valle del Ebro y ahora se está preparando para las oposiciones. Mientras que Leticia trabaja en el departamento de Logística y Exportación de Rockwool y desde hace un año escribe su propio blog 'Entre Cordones', un espacio en el que habla de deporte y nutrición y en el que también escribe breves artículos sobre materiales deportivos que prueba durante sus entrenamientos. Esta colaboración la hace para el equipo de Runnea, una plataforma online de recomendación de productos para runners y sus compañeros de Mundotraining, un proyector por y para la mujer deportista.