Alarma en el barrio
A mediados de la semana pasada fueron encontrados en la zona de Herrerías restos arqueológicos considerados por los expertos como “importantes”. Concretamente, el hallazgo se produjo en el solar de una vivienda demolida recientemente, en la confluencia del mencionado barrio con la calle Gayarre, donde una empresa particular promueve un bloque de pisos. Previsiblemente, los restos encontrados constituyen la primera fase de una necrópolis musulmana de los siglos IX - X, y su descubrimiento ha resultado una “grata” sorpresa, tanto para el Ayuntamiento tudelano como para los arqueólogos, que desconocían la existencia de un enterramiento de este tipo en ese lugar, tal y como apuntó la edil de urbanismo, Mariví Castillo, en una rueda de prensa convocada a raíz del hallazgo. Los primeros estudios, llevados a cabo por el arqueólogo tudelano Juanjo Bienes en colaboración con Príncipe de Viana, advierten que se trata de una necrópolis “inédita”, de la que no existe documentación ni referencia anterior. El hecho de que esté situada en los extramuros de la ciudad, donde se enterraba por entonces a árabes y judíos, unido a la posición cuasi fetal en que se encuentran los cadáveres, enterrados en simples fosas, y su orientación hacia La Meca han permitido datar estos restos, que en los próximos días habrán sido extraídos en su totalidad. Posteriormente, serán trasladados a Pamplona para un estudio y catalogación más detallados, que pondrá de manifiesto si se trata de un enterramiento aislado o de una necrópolis más amplia, en cuyo caso se extendería en dirección a la calle Gayarre.
Mariví Castillo aseguró que las actuaciones previstas a partir de ahora, y que consistirán en 2 catas, una en cada acera de la calle para no afectar al tráfico, correrán paralelas a las que ya constaban en el expediente de Herrerías, que no se verá retrasado por los hallazgos.
